El planeta está en serios problemas por culpa de los cambios que nosotros mismos hemos causado y, hoy somos victimas de fenómenos climatológicos que están terminando con la vida de muchas especies.
¿Una uva capaz de sobrevivir al calentamiento global?

Los humanos somos capaces de sobrevivir sin algunas cosas, pero nunca nos faltará el buen vino. De eso se está encargando un grupo de científicos italianos, que trabajan en modificar una especie de uva, haciéndola capaz de soportar el calentamiento global.
La uva del futuro

Científicos del departamento de biotecnología de la Universidad de Verona, Italia, trabajan hace años estudiando diferentes viñedos, en busca de las claves que los lleven a diseñar la uva perfecta, basándose en una especie propia del norte italiano.
Se trata de la uva Corvina, con la cual se elaboran los vinos Bardolino y Valpolicella, dos variedades de vino que se destacan por su color rojo suave y están entre los más famosos del mundo.

Estos investigadores, buscan ciertos marcadores genéticos que responden al ambiente y la sensibilidad que tienen ante distintos climas. Al identificarlos, será posible intervenir la uva, que estará preparada para adaptarse a condiciones cambiantes.
Adaptando la uva a los cambios en el ambiente
El estudio, que involucró a 11 viñedos en el transcurso de tres años, permitió identificar aquellos marcadores genéticos que cuentan con una cualidad llamada plasticidad fenotípica.

La plasticidad fenotípica, es la habilidad de un organismo para adaptarse a los cambios. Así, lograron identificar aquellos genes “plásticos” y “no plásticos,” siendo los primeros los mejores candidatos para sobrevivir en ambientes complicados.
Al tener estos genes con plasticidad fenotípica identificados, será posible producir plantas capaces de adaptarse a las cambiantes condiciones climáticas que cada vez se harán más agrestes.

El objetivo final de los investigadores, no es tener lista una planta de uva capaz de aguantar el calor, sino que una que reaccione y se adapte a las condiciones por si misma, una vez que se vayan presentando.
Estudios como el realizado por el departamento de biotecnología de la Universidad de Verona, no sólo son una esperanza para los que desean buen vino, sino que un ejemplo para ayudar a que otras especies vegetales no sucumban ante el cambio climático, asegurando la alimentación humana y la reproducción de las especies ante un futuro que se vislumbra como complicado.