Un informe revela que casi la mitad de los niños argentinos sufre maltrato en el hogar

Situación: restaurante, observamos la mesa de al lado, compuesta por una familia: mamá, papá, un nene de aproximadamente 3 años y su hermana de unos 5.

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El nene, jugando, le tira el plato de fideos con tuco a su hermana, la nena llora. Acto seguido, la mamá le grita al nene ¡S iempre arruinás todo! y lo zamarrea. El nene grita y llora. Se acerca el mozo, retira el plato caído de fideos, les dice que se calmen y que les va a traer otro plato. El padre enojado le responde que no traiga nada, porque se van a ir. Se levantan, le pagan y se va toda la familia.

Escenario normal podríamos pensar, pero observamos que los nenes se van llorando y sus padres a los gritos. La escena termina ahí, sin saber el desenlace final. 

Lo que allí se vivió es un caso de violencia infantil, aunque no haya habido ninguna cachetada o golpiza.

Imagen Getty Images

Muchos tipos de violencia

La violencia infantil puede ser verbal, física o psicológica, podríamos detenernos en que cada familia es un mundo y nadie debe meterse en la educación que le brinda cada padre a su hijo, pero el maltrato puede traer serias consecuencias en un futuro.

Según datos del Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (UNICEF), difundido por la ONG Aldeas Infantiles, en Argentina hay más de 5 millones de niños que sufren algún tipo de violencia en sus hogares. Es decir, que casi 1 de cada 2 niños sufre algún tipo de maltrato en su casa.

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¿Por qué es importante no invisibilizarlo?

Aunque la situación antes mencionada nos parezca  normal, la naturalización de la violencia en los niños condiciona sus posibilidades de desarrollo futuro con respecto a la capacidad de establecer lazos desde el respeto, el cuidado y la protección.

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Cuando la función protectora del adulto se altera y quienes deben proteger, contener y acompañar el desarrollo, son quienes ejercen violencia, los chicos se encuentran frente a una fragilidad y vulnerabilidad emocional.

La violencia no es solo física: un grito, un desprestigio, un cachetazo, un empujón, un zamarreo, una burla o un tirón de pelo constituyen formas de violencia.

Imagen istock

¿Cómo podemos prevenir la violencia hacia los niños?

Principalmente promoviendo entornos seguros y protectores para todos los niños: los padres o responsables deben hacerlo a través de la crianza positiva; los líderes y referentes sociales promoviendo prácticas no violentas de relacionamiento; y los educadores y docentes, a través de la enseñanza no violenta.

Por su parte el Estado debe desarrollar estrategias de prevención y mecanismos de denuncia generando una respuesta específica ante la vulneración severa de derechos infantiles que significa la violencia.

La violencia contra niños y niñas no discrimina, está presente en todas las sociedades y sectores sociales. A través de la educación podemos prevenirla y combatirla.

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