Tus hijas tampoco verán la igualdad de género: deberíamos esperar 108 años, según estudio

Muchas personas miran hacia atrás y nos hacen notar cuánto las mujeres hemos avanzado, pero no prestan atención a todo lo que nos queda por recorrer. Un nuevo estudio sobre la desigualdad de género en 2018 indicó que, si la tendencia actual se mantiene, todavía nos falta mucho ( muuucho) para llegar a la igualdad.

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La desigualdad de género en 2018

Imagen Shutterstock

El informe de World Economic Forum tiene en cuenta variables como el trabajo, la educación, el acceso a la salud y la participación política. Este año, una vez más, las cifras fueron alarmantes. Si bien la brecha de género se redujo a nivel mundial en 2018, a este paso nos llevará 108 años alcanzar la igualdad a nivel global en todas las áreas.

En este escenario, no llegarás a ver un mundo igualitario. Pero no solo eso: tus hijas, tus nietas y hasta tus bisnietas nacerían en una situación de desventaja por el simple hecho de ser mujeres.

Pero se pone peor. Si tenemos en cuenta solo la variable económica, que incluye el acceso a oportunidades laborales y la brecha salarial, las mujeres aún tendremos que esperar 202 años para tener las mismas oportunidades que los hombres.

Puntos altos: salud y educación

Lo que reduce el promedio general de desigualdad de género, que se ubica en un 68 % a nivel global (es decir, nos falta un 32 % para cerrar la brecha), son los niveles de acceso a la educación (95 %) y a la salud (96 %). Sin embargo, el informe expresa que, aunque estos números son alentadores, todavía queda mucho por andar: aún existen 44 países en los que el 20 % de las mujeres son analfabetas.

Un debe: más participación política

Imagen Getty Images

Además de la disparidad económica, la brecha de género se hace evidente en el nivel de participación política y empresarial de las mujeres, con el promedio más bajo del informe: tan solo un 22 %. Esta cifra es todavía menor que la desigualdad económica (la de los 202 años, ¿te suena?), que alcanza un 59 %.

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El informe resalta que, en los 149 países estudiados, tan solo 17 tenían mujeres como jefas de Estado. Asimismo, las mujeres ocupan apenas el 18 % de los cargos de ministro y el 24 % de las bancas parlamentarias a nivel global.

Cómo está Lationamérica

La situación en América Latina y el Caribe varía según el país, pero en promedio la igualdad de género se ubica en un 71 % (con una brecha del 29 %), apenas tres puntos porcentuales arriba del promedio global.

Una mención especial va para Nicaragua, que se encuentra en el 5.º puesto global y solo está precedida por Islandia, Noruega, Suecia y Finlandia, países modelo en lo que se refiere a la igualdad de género. Le siguen Barbados (21.º), Costa Rica (22.º), Cuba (23.º) y Bolivia (25.º).

Un poco más abajo se encuentran Argentina (36.º), Colombia (40.º), Ecuador (41.º), México (50.º), Perú (52.º), Chile (54.º), Uruguay (56.º), Venezuela (64.º) y Honduras (68.º).

Los últimos puestos están reservados para República Dominicana (74.º), El Salvador (87.º), Brasil (95.º), Paraguay (104.º) y Guatemala (107.º).

Hacia el futuro

La falta de mujeres en el ámbito de la inteligencia artificial es otro aspecto que vale la pena resaltar del informe. El World Economic Forum, en colaboración con Linkedin, estimó que solo un 22 % de los profesionales del área son mujeres.

Que se acorte esta brecha es relevante más que nunca en vistas al avance de la industria de las tecnologías de la información y la demanda de profesionales en el área, algo que, de haber más trabajadoras en la industria, podría también reducir la brecha económica.

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Voces expertas

De acuerdo con Anna-Karin Jatfors, directora regional de ONU Mujeres, «Lo que estamos viendo a nivel global es que ningún país ha alcanzado la igualdad de género, más allá de su nivel de desarrollo, región o tipo de economía», expresó en entrevista con The Daily Beast. « La desigualdad de género es la realidad en el mundo, y vemos eso en todos los aspectos de las vidas de las mujeres».

El reporte pone énfasis en que las acciones de los políticos y demás autoridades pueden acelerar el cierre de la brecha, algo imprescindible para una sociedad más justa e igualitaria.

No hay mal que dure 100 años, y como sociedad tenemos los recursos necesarios para que la desigualdad de género no sea la excepción. Merecemos mucho más.

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