Se acaban los largos y luminosos días del verano y comienzos de otoño y, junto con el frío, empezamos a despertar sin luz por las mañanas y con menos ganas. Para algunos, la llegada del invierno significa mucho más que tener que abrigarse.
Trastorno afectivo estacional: ¿Por qué la gente tiende a sentirse más triste en invierno?

Para una gran cantidad de personas, el invierno representa el comienzo de una época... triste, en las que se sienten cansados y sin ganas de hacer nada. Esto tiene una causa clara y nosotros te vamos a contar el porqué.
El trastorno afectivo estacional

El trastorno afectivo estacional es una condición que genera síntomas muy similares a los de la depresión, pero cuya causa es diferente. Quienes son diagnosticados con trastorno afectivo estacional manifiestandepresiones leves o medias, aunque en unos pocos casos pueden ser severas. La causa está en la falta de luz.
La principal causa del trastorno afectivo estacional está en la disminución e intensidad de las horas de luz solar, lo que afecta a su ritmo circadiano, el reloj interno del cuerpo. En horas donde deberíamos estar funcionando normalmente, la falta de luz hace que el cuerpo de quienes son diagnosticados con trastorno afectivo estacional sienta que debería estar durmiendo o descansando.
Asimismo, ante la oscuridad, el organismo libera un exceso de melatonina, la hormona del sueño, por lo que la falta de energía se hace más patente y hay más cansancio durante el día. El trastorno afectivo estacional suele afectar con más frecuencia a las mujeres entre 15 y 55 años de edad.
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Síntomas del trastorno afectivo estacional

Sus principales síntomas son:
- Fatiga
- Exceso de sueño
- Desgano
- Apatía
- Aumento de apetito
- Retraimiento
Son síntomas que se pueden confundir perfectamente con los de una depresión clínica, pero lo cierto es que el trastorno afectivo estacional tiene un tratamiento diferente.
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Cómo se trata la «depresión invernal»

Una vez que el médico diagnostica el trastorno afectivo estacional y no depresión clínica, comenzará un tratamiento especial. La idea es que el cuerpo recupere sus funciones normales exponiéndolo a más luz.
A los pacientes se les recomienda exponerse lo más posible a la luz natural, aunque la principal ayuda viene por parte de la llamada fototerapia. En la fototerapia se utilizan lámparas fluorescentes especiales que engañan al cuerpo haciéndole creer que está ante la luz de sol tan propia del verano. El paciente se expone a estas lámparas por entre 30 a 90 minutos por día.
Dependiendo del caso, el médico querrá estabilizar primero el ánimo del paciente con antidepresivos antes de utilizar fototerapia. No es necesario que la fototerapia se haga en un centro médico, ya que las lámparas se venden en versiones hogareñas.
Si fuiste diagnosticado con trastorno afectivo estacional por el médico, es buena idea invertir en una lámpara para fototerapia de buena calidad, ya que cada año, al finalizar el verano, deberás comenzar a utilizarla para prevenir que estos meses más oscuros te afecten.
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