Todo lo que deberías saber sobre la nueva clave alfabética en cajeros

Una reciente medida adoptada por el Banco Central está generando rechazo entre los usuarios de cajeros automáticos en todo el país. La norma exige a los clientes insertar no una, sino dos claves personales a la hora de realizar cualquier tipo de operación.

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Si bien la disposición había sido dada a conocer en diciembre del 2016, en su momento fueron pocos los medios que se hicieron eco de ella. Quizá por esto, miles de personas se encontraron de un día para el otro con el desafío de recordar una nueva contraseña, que ahora incorpora letras.

La clave alfabética funciona así: tras insertar la tarjeta y los 4 dígitos de la clave personal, el cajero solicitará al momento de realizar extracciones, depósitos o transferencias bancarias, una nueva clave de 3 letras. Según el BCRA, esta nueva capa permite reforzar la seguridad a la hora de operar.

Sin embargo, la adopción forzada de la clave está demostrando ser especialmente tortuosa para los usuarios. En primer lugar, uno no tiene posibilidad de elegir su contraseña: el cajero ofrece aleatoreamente 8 letras, de las cuales deberemos elegir 3 para configurar la clave.

El problema es que una selección tan limitada impide al usuario recurrir a reglas memotécnicas a la hora de crear su clave. Si, por ejemplo, se tuviera acceso a las 24 letras del abecedario, el cliente podría configurar la clave en base a iniciales o combinaciones que le sean familiares, lo que facilitaría su recuerdo.

Una vez configurada, el usuario deberá ingresar su clave de la siguiente forma: el cajero mostrará un menú con 8 combinaciones 3 letras. El cliente, deberá marcar solo aquellas combinaciones en las que aparecen las letras de su clave, en el orden que previamente eligió. ¿Complicado? Ya lo creo.

La mejor parte de esto (osea, la peor) es que el cajero solo permite dos intentos antes de bloquear la tarjeta, lo que ante una urgencia se puede convertir en una situación desesperante. Si bien la misma se puede desbloquear vía telefónica, el horario de atención limitado de los bancos hace que sea imposible resolverlo un fin de semana, por ejemplo.

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Por otro lado, como efecto colateral, la adopción de esta nueva clave incrementará el tiempo que lleva realizar operaciones simples, como una extracción de dinero. Esto redundará en una mayor espera y, en consecuencia, colas más largas.

¿Vos ya tenés la clave alfabética? Compartí tu experiencia.