Te gustan los gatos, pero no te imaginas lo difícil que es su vida

En Harry Potter y la Cámara Secreta, la intelectual Hermione hace una poción multijugos para convertirse en otra persona y colarse en las mazmorras de Slytherin. En lugar de eso, termina siendo una gata, ¿puedes imaginar que te suceda lo mismo?

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Si eres todo un cat lover la sola idea seguramente te genere agrado y ternura, pero lo cierto es que ser un minino está lleno de circunstancias desagradables. ¿No nos crees? Sigue leyendo y descubre las desventajas de ser un gato. ¡Miau!

Los gatos son naturalmente malvados

Debido a que entre las características de los mininos está la desobediencia (o bueno, en palabras bonitas, la independencia), los gatos demuestran problemas de actitud. Si como seres humanos, a veces somos malhumorados e irrespetuosos, como gatitos lo seríamos todavía más, pues es casi el estado natural de estos animales. Nuestro amo seguramente nos daría unas buenas nalgadas con el periódico.

Pulgas detestables

No podemos dejar a un lado el hecho de tener el cuerpo cubierto de pulgas. De convertirte en gato, tendrías que lidiar con la sensación de tener esos diminutos parásitos externos.

Si tienes un minino como mascota, sabes el cuidado que deben tener debido a las alergias. Ahora, imagina hacer lo mismo con tu propio cuerpo, ¿podrás soportar sentir la picada de una pulga?

Cazar animalitos

Imagen Thinkstock

Estás caminando por la calle cerca de un recipiente de basura, y justo al pasar te sorprende una rata y detrás de ella un gato. Es una escena algo repulsiva.

Visualiza por un instante que eres el gato detrás de ese roedor, después de varios metros logras alcanzarlo, clavas las garras y dientes sobre él, y lo saboreas como una rica cena. Para un felino cazar es un instinto, ¿crees que sería igual para ti? ¿Serías capaz de comerte un ratón al estilo salvaje?

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Mal olor

Aunque los gatos son mascotas meticulosamente limpias, cuando entran en la madurez sexual, las glándulas anales se llenan de un líquido apestoso que emanan cuando usan la caja de arena y cuando se sorprenden. Si te conviertes en gato, corres el riesgo de alejar a los tuyos por ese mal olor.

¿Realmente quieres ser el protagonista de una canción de Phoebe Buffay? Bueno, en ese caso, yo sí querría...

Bolas de pelo

Las personas suelen darse una ducha para estar limpias, los gatos no. Es por ello que pasarás tu lengua por todo tu peludo cuerpo para asearte, tarea que dura varias horas. Tragarás gran parte de tu pelaje, hasta escupirlo o vomitarlo, incluso sacarlo por las heces. ¡Qué asco!

Si estas razones no son suficientes para ti, intenta jugar con tu imaginación y recrea tu vida desde la perspectiva de un gato. ¿Te agrada lo que ves? Bueno, ¿quién soy yo para juzgarte? ¡Adelante!

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