Según la ciencia, recibir azotes de niño genera esta importante consecuencia sobre tu personalidad
Los azotes, también llamados «nalgadas», son un tipo de castigo corporal que se manifiesta por golpear el trasero de otra persona para generarle dolor físico. Hay distintos niveles de severidad, que pueden ir desde un golpe con la mano, hasta un golpe con un cinturón u otro objeto, generando mucho más daño físico.
Los padres utilizan los azotes en niños y adolescentes para corregir un comportamiento incorrecto. De igual modo, este castigo era muy utilizado en centros de estudios por los enseñantes, lo cual más tarde fue prohibido por su naturaleza violenta.
Ahora, un estudio sugiere que cuando los niños son azotados esto genera graves consecuencias en su comportamiento.
La violencia en la crianza
El estudio, que fue publicado en la revista Journal of Family Psychology, reportó que los niños que son azotados tienen más probabilidades de desafiar a sus padres y desarrollar un comportamiento antisocial y agresivo, al igual que problemas mentales y dificultades cognitivas.
En el mismo, se analizaron varios estudios a lo largo de 5 décadas que representaron a alrededor de 160 mil niños que recibieron azotes. Los resultados reportaron que las personas que recibieron más azotes cuando eran niños, más probabilidades tienen de desarrollar problemas negativos en la adultez.
Además, los adultos que sufrieron los azotes de chicos, tienen tendencia a usar el castigo físico en sus propios hijos, continuando con el círculo vicioso.
Los azotes y el abuso físico
En el estudio también se realizaron conclusiones algo preocupantes. Los investigadores compararon los efectos negativos de los azotes con aquellos observados en niños victimas de abuso físico y se percataron de que en ambos casos los efectos negativos son muy similares.
Uno de los autores, el Dr. Gershoff, explicó que en la sociedad se consideran estos dos comportamientos como totalmente separados. Sin embargo, estos resultados demuestran que tienen un vínculo en cuanto a los efectos negativos que generan.
A pesar de esto, hoy en día, los azotes siguen siendo un castigo muy utilizado principalmente por padres. En el 2010, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte publicaron cifras que demostraron que el 80 % de los niños preescolares reciben azotes como forma de disciplina. Y en el 2013, el 81 % de los padres en Estados Unidos respondieron que consideran los azotes como un método apropiado para disciplinar a sus hijos. En Estados Unidos, el castigo corporal es técnicamente legal en todos los estados.
Con este estudio, los investigadores esperan educar a los padres que consideran esto como algo normal y apropiado.
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