Mientras nosotros recién comenzamos a ver spots publicitarios de colonias y juguetes, a plantearnos si utilizaremos el mismo abeto de todos los años o qué regalo haremos, en el otro lado del mundo la Navidad comenzó hace ya varias semanas. Envueltos en color, platos extraños y muchas luces, los filipinos celebran la temporada navideña más larga del mundo.
¿Sabías que la Navidad en Filipinas dura más de 4 meses?


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Navidad en Filipinas: palmeras, parols y comida púrpura

La historia del basto archipiélago de Filipinas ha sido tejida por unas influencias española y estadounidense que han dado como resultado un país fascinante pero, sobre todo, bendecido por el arte de atrapar lo mejor de una y otra cultura manteniendo una esencia propia, loca y colorista.
A principios de septiembre los conocidos parols, diseñados en 1928 por el artista Francisco Estanislao, comienzan a inundar calles, pueblos y casas. Los parols son farolillos hechos originalmente con fibra de bambú y posteriormente con papel, adoptando diversos colores y marcando el inicio de una Navidad que se desarrolla hasta el 6 de enero, Día de la Epifanía o los Tres Reyes que parten de Oriente a dejar sus regalos.
Recordemos que Filipinas fue ocupada por los españoles durante más de 300 años, y como tal tampoco faltan las grandes representaciones del Belén o la famosa Misa del Gallo (también conocida como Simbang Gabi), la cual se representa desde el 16 al 24 de diciembre.
En lo que respecta a los aspecto más anglosajones, Santa Claus está más presente que Papá Noel y los abetos de Navidad son sustituidos por palmeras y otros árboles tropicales colmados de luces, dando como resultado una Navidad exótica y peculiar.
La guinda filipina llega de la mano de alguno de los platos típicos que comienzan a servirse en calles y hogares desde principios de septiembre: el pancit balabon, unos noodles elaborados con extracto de annatto, el cochinillo o la gran estrella de estas fiestas, el puto bumbong, plato elaborado a base de arroz combinado con un extracto de ñame púrpura e introducido en flautas de bambú.
Como factor universal queda ese sentimiento de todas las familias filipinas por reunirse y seguir festejando la Navidad más larga del mundo, quizás porque los filipinos, con el tiempo, han forjado el arte e estirar y potenciar las costumbres de viejos visitantes.
La temporada navideña en Filipinas es la más larga del mundo, iniciándose a principios de septiembre y finalizando el 6 de enero. Un motivo más para atrevernos a sumergirnos en una cultura influenciada por otras muchas, dando como resultado la quinta esencia de la Navidad exótica, colorida y tradicional que envuelve las 7500 islas de este archipiélago de ensueño.
¿Te gustaría disfrutar de la Navidad filipina?
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