Qué ver en Madras, la India

Conocida actualmentecomo Chennai, la siempre eterna Madras es uno de los destinos más recomendables para este nuevo año por la combinación cultural que representan sus templos y mausoleos, la gastronomía y danzas coloridas del sur indio o las playas que bañan una costa al amparo de la Bahía de Bengala. Preparemos nuestro shari (o dhoti para ellos) y viajemos hasta el estado sureño de Tamil Nadu para descubrir la ciudad de Madras.

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Madras: fusión de culturas

La influencia británica y musulmana han legado numerosas influencias a la que es la ciudad que más informáticos ha formado hasta el momento (uno de los motores que convierten India en una prometedora potencia). Sin embargo es en la cultura hindú, sus templos y mausoleos, donde reside su gran atractivo, y podemos encontrarlo concretamente en el barrio de Malypore ( Pueblo del Pavo Real), al sur de la ciudad.

El Templo de  Sri Ramakrishna es el más importante de la ciudad, erigido a finales del siglo XIX por uno de los miembros de la orden del mismo nombre, componiendo un templo que acepta todas las religiones y cuyos jardines invitan a la meditación y contemplación. A unas cuadras podemos encontrar el Kapaleeswarar, uno de los más antiguos de la ciudad (s. VIII), ornamentado en estilo pallavi y coloridas esculturas como los 63 Ángeles de Shiva que componen el jardin trasero, donde se celebra el famoso festival de Thaipusam.

La cultura occidental, especialmente la británica, también ha dejado parte de su legado en atracciones como la Basílica de St. Thomas, una de las tres en todo el mundo construidas sobre la tumba de un apostol. Santo Tomás (en español) fue el encargado de pregonar el cristianismo en Madras alrededor del 52 a.C. siendo sacrificado finalmente en la cima del St. Thomas Mount, en Parangimalai, hasta donde se celebran numerosas peregrinaciones anuales que alcanzan la ermita tributo.

Para los adeptos a la arquitectura musulmana, otra etnia propia de Madras, el mejor referente es la Gran Mezquita (a Wallajah Mosque), situada en la zona de  Triplicane, fundada en 1795 por Nawab Muhammad Ali Walajah y cuya apariencia nos transporta directamente al seno del Medio Oriente desde sus amplias salas de adoración y sus inscripciones musulmanas en cada detalle.

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Para aquellos que tengan ganas de contemplar un verdadero espectáculo de vestigios hindúes, nada mejor que viajar hasta una de las 7 ciudades sagradas de la India, Kanchipuram (o simplemente Kanchi). 12 mil km cuadrados que contienen templos de arte pallavi, santuarios de aves y locales afables. Se sitúa a 75 km de Madras, si bien sería más recomendable visitarlo en primer lugar debido a su cercana posición al aeropuerto local. 

Encantos marítimos de Madras

La Bahía de Bengala baña las costas de Madras formando las ensenadas que constituyen otro de los encantos de la ciudad. Salpicada de puertos pesqueros hasta donde podemos ir a tomar un típico bocado, Marina Beach se alza como la segunda playa urbana más larga del mundo y la más popular de la ciudad, invitando a paseos tranquilos si bien procuramos evitar nuestras costumbres bañistas de Occidente debido a la ausencia de equipos de seguridad y las costumbres locales respecto al desnudo.

La segunda playa más conocida es Elliot Beach (también conocida como Night Beach), situada al sur de Marina Beach y llena de restaurantes para todos los gustos hasta templos dedicados a la diosa Ganesha o la iglesia Velankanni. Para quienes busquen zonas costeras más relajadas, Breezy Beach, en Thiruvanmiyur, es el lugar ideal debido a su carácter de playa virgen visitada sólo por los más aventureros.

Por último, Covelong Beach representa el turismo más comercial de la zona, convertido en un resort playero, Fisherman's Cove Resort, a 40 km al sur de Chennai y antigua villa de pescadores. En sus inmediaciones podéis visitar una curiosa granja de cocodrilos, mientras algunos templos del siglo VII quedan apelotonados en las inmediaciones de la playa.

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Gastronomía y espectáculos

Si bien los templos y playas son parte de los reclamos de Madras, su ambiente y tradición se erigen como una atracción turística palpable en sus calles, el restaurante menos esperado o los jardines traseros de cualquier templo.

Durante un mes, entre diciembre y enero, se celebra el Chennai Music Festival, donde prima la música carnática tan popular en el sur. Pongal es un evento que rinde tributo al sol, la Tierra y la vaca durante tres días en enero, mientra el Holy, la celebración más colorida de la India tiene lugar entre finales de febrero y principios de marzo. La industria de Bollywood tiene su peculiar visión en Chennai, donde se la conoce como Kollywood

Respecto a la gastronomía, Madras es un referente del continente chindú por su combinación de platos vegetarianos, especiados y exóticos, mientras el famoso curry de Madras, de color rojizo debido a su alta cantidad de chile en polvo, adereza numerosos platos y salsas junto con el coco, otro producto típico del sur y con el que se elaboran los chutneys (salsas). 

El arroz también compone numerosos platos y tartas, al igual que las legumbres como el idli, una especie de tortita, o el uso de las lentejas en estofados como el ponga (servido con arroz, chiles y cacahuetes) o el vada, un buñuelo hecho también con patata. Se acompaña con parotta, típico pan sureño y con el que podemos acompañar salsas picantes. Respecto a las carnes, los platos se basan principalmente en recetas de pollo, cordero y pescado fresco. 

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Madras (o Chennai) es un destino que requiere varios días para disfrutarla en todo su esplendor. No sólo playas tranquilas sino también una infinidad de templos para los amantes de la cultura hindú, festivales, galerías de arte o una gastronomía de mil matices componen la que, tras New Delhi y Mumbai, es la ciudad más grande de la India y un portal para adentrarnos en el exótico y espiritual sur de la India.

¿Alguna vez has estado en Madras? ¿Qué más quisieras conocer en la India?