¿Qué tan pronto habrá que regular un espacio aéreo para drones?

No estamos tan lejos de tener que regular un miniespacio aéreo. Aquel por el que circularán los drones que harán entregas rutinarias a domicilio de pizzas, pasteles y tabletas. Para los londinenses más tradicionalistas, será todo un lujo recibir en un dron la leche recién ordeñada; lástima por el milenario oficio de los lecheros, a menos que estos simpáticos personajes aprendan a manejar drones. Incluso los que preferimos seguir leyendo novelas en papel, quizá tengamos que habilitar un pequeño espacio para que aterrice el dron con el último superventas de Dan Brown.

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La vejez de las entregas a domicilio

Imagen Thinkstock

La entrega de bienes a domicilio es tan vieja como el comercio mismo. Comenzó siendo a pie; una señora del pueblo que hacía un excelente pan y enviaba a vender bollos puerta a puerta. El caballo, la carreta e incluso la bicicleta ayudaron a ampliar el negocio, reduciendo los tiempos de entrega en mayores espacios.

El telégrafo y el teléfono trajeron consigo los pedidos a distancia. El automóvil lo masificó todo. Internet fue la apoteosis. Actualmente se hacen en el mundo millones de entregas todos los días, desde documentos hasta mascotas.

La mayoría de las grandes empresas combinan el transporte aéreo y marítimo con el terrestre, hasta llegar a la puerta del cliente, disponiendo de flotas de camiones, embarcaciones y naves aéreas propias. Esta es la vieja usanza; la nueva ya está aquí, al menos en periodo de prueba.

Mira este vídeo de un dron entregando una pizza a domicilio ¡buen provecho al destinatario!

Del aeropuerto a la puerta

Curiosamente, el primer uso de la aviación con un fin comercial masivo no fue el transporte de pasajeros, sino la entrega de paquetes. Las sacas de correo viajaban por aire de una ciudad a otra; del aeropuerto (o mejor dicho, de la pista de aterrizaje) iban a la estación de correos y de allí la correspondencia iba a parar al bolso del cartero.

Pero los aviones no hacen entregas a domicilio; se resignan a llegar a sus aeropuertos y desde allí es asunto del transporte terrestre. Eso está a punto de cambiar. De hecho, en Estados Unidos, recientemente un dron llevó un paquete de material médico a un hospital rural.

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Bandadas de drones

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Amazon es la empresa líder del comercio electrónico mundial y lamenta que todavía no haya un modo de hacerte llegar una tableta o un móvil por internet. Sin embargo, siempre innovadores, están pensando en irse desprendiendo del obsoleto transporte terrestre, que es lento, congestiona las calles y genera la mayor parte de los gases de efecto invernadero.

Su ambicioso proyecto se llama Amazon Prime Air. La idea es que cientos de drones surquen el bajo cielo de las grandes ciudades, llevando cualquier cosa que se pueda empaquetar. No sabemos si en cada cuadra habrá que habilitar un dronpuerto para que vayas a recoger tu mercancía o si las azoteas, patios y jardines de los edificios y casas podrán ser utilizados como miniaeropuertos.

Por lo pronto, los expertos de Amazon proponen una especie de zona de exclusión aérea, de entre 60 y 120 metros de altura, para uso exclusivo de drones comerciales. Los ambientalistas ya estarán preocupados, ¿cómo proteger a las aves? Habrá que aprender a distinguir las bandadas de aves de las de drones.

Por fortuna, los choques entre aviones comerciales son extremadamente raros gracias, entre otras cosas, al trabajo de los controladores aéreos, una de las ocupaciones más estresantes que existen. Nos imaginamos que los controladores aéreos de drones vivirán un poco más angustiados que sus colegas de la anticuada aviación de pasajeros.

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¿Conocías estos planes? ¿Qué te han parecido?