Popobawa, el demonio de Zanzíbar que pone los pelos de punta

En 1995, los habitantes de la isla de Pemba, en el archipiélago de Zanzíbar, y de la ciudad más grande de Tanzania, Dar es-Salam, sucumbieron a un ataque de pánico colectivo debido a la aparición nocturna del Popobawa (o « Ala de murciélago» en swahili), un demonio procedente de la cultura musulmana cuya presencia ha sido confirmada en más de una ocasión por una población africana quizás demasiado supersticiosa...

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Humo en el trópico

Imagen ABC

En la famosa serie Lost, el famoso « Humo negro» que atemorizaba a los personajes atrapados en una isla del Pacífico puso los pelos de punta a medio mundo sin poder imaginar que algo así podría suceder en el «mundo real». De hecho, los zanzibareños aluden al origen del Popowaba al humo negro (o Djinn, la versión alternativa del Genio de Aladdin de toda la vida) lanzado por un jeque de África Occidental, hasta que este perdió el control sobre el mismo y el humo terminó adquiriendo la forma del Popobawa.

El Popobawa es una criatura con orejas puntiagudas, alas de murciélago y un único ojo, que se caracteriza por sus apariciones nocturnas y la sodomización que este ejerce en hombres, mujeres y niños. En otras ocasiones, puede llegar a ser visto de día y manifestarse en formas más subjetivas, como un halo negro o un fantasma lejano. Lo curioso reside en el hecho de que, si el afectado no comunica el ataque a sus vecinos, estos también serán atacados por el vampiro africano.

Imagen Shutterstock

Este último aspecto y su factor viral hace intuir, no obstante, los posibles intereses escondidos tras la presencia de esta presencia que asola las selvas del archipiélago de Zanzíbar, microcosmos de influencias árabes, africanas o portuguesas, de generaciones de esclavos, bazares mágicos y guerras tribales que atrasaron su total independencia hasta que en 1964 el presidente Abeid Karume tomara las riendas de la zona.

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Las muchas oposiciones a un presidente que no era zanzibareño sino de Malawi, según afirman muchos, provocó el asesinato de Karume en 1972, de ahí que muchos aludan a una venganza del espíritu del presidente (o una inteligente arma de control) como causa del Popobawa.

A su vez, el mencionado djinn de los sheikh (o jeques) sería un arma de esta tribu para causar miedo entre los bandos enemigos, mientras que la tercera opción correspondería al fenómeno conocido como alucinación hipnogógica, una especie de trance durante el que las personas sonámbulas sienten experimentar encuentros y vivencias fuera de su propio cuerpo mientras duermen.

Sea cual sea el motivo, lo cierto es que la presencia del Popowaba sigue más presente que nunca en un archipiélao en el que se llevan sucediéndose ataques de pánico desde hace más de 40 años. De hecho, entre los muchos testimonios registrados sobre estos sucesos, encontramos el del chófer  Mohammed Juma, quien en 2005 afirmó que «leer el Corán era la única defensa. Pero el Popobawa era real y estaba muy bien preparado».

El caso del Popobawa resulta en sí sorprendente no solo por el hecho de que tan demoníaca presencia pudiese existir, sino por el triste hecho de que, realmente, la política pudiera estar oculta detrás de una ola de terror que regresa cada cierto tiempo para perturbar a las sencillas gentes del archipiélago de las especias.

¿Crees que el Popobawa existe? ¿O qué realmente se trata de un arma de control?