Otro San Valentín: el movimiento V-Day celebra el amor rechazando la violencia contra la mujer

Es 14 de febrero y casi el mundo entero gira en torno al ineludible Día de San Valentín y su celebración del amor romántico, tanto aquellos que lo disfrutan y reivindican junto a su pareja y realizan los gestos acostumbrados, como regalar flores o bombones, organizar una cena romántica a la luz de las velas o incluso tener un apasionado encuentro sexual (todas esas cosas que por misteriosas razones algunas parejas consideran imposibles fuera de San Valentín), como en otros que evocan el día para oponerse, ya sea desde la orgullosa reivindicación de la soltería, la crítica a la visión más tradicional y conservadora del amor que promueve, o incluso en la denuncia de la imposición consumista.

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Pero el 14 de febrero también es el día en que se ha consolidado otra reivindicación que aprovecha esta celebración del amor para un mensaje diferente. Y pertinente.

El movimiento V-Day, vigente desde 1998, aprovecha todos los 14 de febrero para promover la erradicación de la violencia contra la mujer.

Amor nunca es violencia

La “V” de V-Day hace referencia no solamente a Valentín, el santo que se conmemora este día, sino también a Victoria y Vagina.

El movimiento ha sido criticado por esta suerte de apropiación de una fecha que estaba al menos superficialmente (se pueden discutir otros significados y valores menos evidentes en la tradición de San Valentín) libre de complicaciones políticas y mensajes sociales, con un mensaje simple, bienintencionado y universal.

Pero, ¿qué mejor forma de celebrar el amor que la de rechazar la violencia?

Especialmente cuando esta clase de violencia sigue siendo un grave problema social y que se manifiesta frecuentemente en este mismo ámbito que reivindica San Valentín, el de la pareja.

La creadora de este movimiento es la famosa feminista Eve Ensler, creadora de la obra Monólogos de la Vagina (1996), considerada una de las piezas de teatro político más importantes de las últimas décadas, adaptada en varios lenguajes y países y que tuvo hasta su versión televisiva en HBO.

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Aquella obra y las bases políticas e ideológicas que la sustentan son las mismas detrás de este movimiento, y también han sido objeto de diversas críticas, incluso desde tiendas feministas, que la han acusado de una visión reducida de la sexualidad femenina y su generalización e igualamiento de la relación de pareja heterosexual a la violencia.

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Son críticas atendibles pero que no deben olvidar el fondo de estas reivindicaciones, en un mundo en el que la violencia contra la mujer sigue en ascenso, la tiene como principal víctima de la violencia doméstica y se siguen observando fenómenos como la explotación y el tráfico sexual, la ablación de clítoris o los matrimonios infantiles.

En efecto, el V-Day se ocupa de concientizar y erradicar la violencia contra la mujer haciendo énfasis en la violencia sexual y la violencia doméstica, esos mismos tópicos centrales en los Monólogos de la Vagina que le valieron las críticas.

La organización V-Day surgió en 1998, utilizando el éxito de estos monólogos para ganar notoriedad y recaudar dinero, y desde entonces ha ido creciendo en torno a estas preocupaciones y a la utilización del arte y el activismo como modo de lucha.

En 2003 se lanzó el documental Until the Violence Stops (“Hasta que la violencia se detenga”), que muestra las actividades del V-Day en países como Estados Unidos, Kenia, Croacia y Filipinas, e incluye figuras como Rosario Dawson, Jane Fonda, Salma Hayek e Isabella Rossellini, que respaldan el movimiento.

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El V-Day se establece en torno a cuatro principios centrales, que considero irrefutables.

Son los siguientes:

  • El arte tiene el poder de transformar el modo de pensar y de inspirar a las personas a actuar.
  • Los cambios sociales y culturales duraderos se consiguen con personas corrientes haciendo cosas extraordinarias.
  • Cada mujer local conoce cuáles son las necesidades de su propia comunidad y puede convertirse en una imparable líder.
  • Se debe observar la intersección de la raza, la clase y el género para entender la violencia contra la mujer.
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Cifras y movimientos

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La Organización Mundial de la Salud aseguró que en el 38% de los casos de mujeres asesinadas, el homicida es su pareja.

Un estudio realizado por las Naciones Unidas da otra trágica e impresionante estadística: una de cada tres mujeres en el mundo ha sido abusada, golpeada o violada en algún momento de su vida.

Se trata de alrededor de mil millones de mujeres que han sufrido violencia sexual o doméstica en todo el mundo, y en honor a esta cifra surgió en 2012 otro movimiento originado en el seno de la organización V-Day, que se conoce como One Billion Rising (“Mil millones se levantan”).

Este año, One Billion Rising propone utilizar el baile como forma de protesta, volviendo al concepto de hacer de San Valentín un día de amor revolucionario y de resistencia, pero su creadora Eve Ensler dejó un mensaje inclusivo y a tono con el clima político actual:

“Declaramos nuestro amor por todos aquellos que están en peligro, incluyendo refugiados, inmigrantes, musulmanes, las personas LGBTQIAGNC [Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Queers, Intersexuales, No Conformistas de Género], personas negras, indígenas, pobres, mujeres y niñas en riesgo de violencia. Prometemos verlos como nuestros hermanos y hermanas, y luchar a su lado”

La directora de One Billion Rising, Monique Wilson, también apeló a la solidaridad como mensaje primordial:

“No podremos cambiar el sistema, cambiar las formas de pensar, cambiar las estructuras que perpetúan la violencia, cambiar la conciencia, el reconocimiento y el entendimiento de esa violencia, poner fin a los valores y la cultura patriarcal, cambiar las políticas que afectan a las mujeres social, económica, sexual, psicológica y emocionalmente, poner fin a los patrones de control, opresión y explotación, si estamos solos. La solidaridad es nuestra conexión radical”

Las protestas y manifestaciones, con bailes incluidos, se están organizando desde este día hasta el próximo 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, en todo el mundo.

El lema: “Break the Chain”. “Rompe la cadena”.

Y esta es la canción: