Nepal: la aventura y la cultura.

El Reino de Nepal es muy pequeño comparado con sus gigantes vecinos de la India y China, que lo encierran y los aislan en lo alto de las montañas. Este país tan poco conocido es sin embargo bastante famoso en dos ámbitos tan distintos como lo son el turismo aventura, y el turismo cultural.

Para llegar a este país tendremos que cruzar uno de los siete pasos de frontera que tiene con la India o el único que mantiene con China. También podremos aterrizar en el aeropuerto de Katmandú, la capital del país. Para trasladarnos dentro de Nepal existen dos líneas de autobuses, una común y otra turística (esta última bastante más cómoda y eficiente)

Luego tendremos que tomar una opción, o dedicarnos al turismo aventura y al deporte en espacios naturales excelentes, o a recorrer el pasado histórico, cultural y artístico tan rico que este país ostenta. A menos que tengamos un año de vacaciones, no podremos aprovechar las dos opciones correctamente, así que aconsejo, antes de partir, ya tener decidido que haremos en Nepal.

En lo que respecta al deporte, decir que el Monte Everest está en Nepal es decirlo todo. Una importante infraestructura turística se ha desplegado en los últimos años para que el alpinista profesional pueda disfrutar el ascenso a la montaña más alta del mundo. Tambien hay muchos otros picos a lo largo y ancho de la cadena del Himalaya que gobierna el país. El senderista y el montañista también encotrarán maravillosos caminos y paisajes hermosos y gigantes que los harán sentir su pequeñez frente a la naturaleza. Los parques nacionales que combinan montaña, bosques y lagos abundan a lo largo del país.

Por otro lado, quien busca enriquecer su mente conociendo una cultura y un arte totalmente distinto al occidental, encontrará en Nepal un país lleno de nuevas experiencias. Este es un país con una influencia total del hinduismo y el budismo. Los templos sagrados de ambas religiones son muestras de una arquitectura impresionante. La espiritualidad del pueblo se deja ver en sus rituales y costumbres tan exóticas como pacíficas. Cada templo y cada palacio es un mundo a descubrir (aunque algunos no abren sus puertas al turismo) Los monjes y los maestros nos regalan sabiduría y experiencias de relax y concentración reconocidas en el mundo entero.

Nepal es un país abierto al turista respetuoso. Las mejores estaciones para visitarlo son otoño y primavera donde el clima se torna más amable. Recuerda si vas a visitar Nepal que el país entero se rie por el calendario lunar, así que las fechas y los tiempos son diferentes a los de occidente. La industria turística se ha desarrollado de tal manera que no será problema encontar lugares donde hospedarse y comer.

El ancestral y salvaje Reino de Nepal es un destino cada vez más buscado por los turistas por su espiritualidad y por su adrenalina, dos aspectos que parecen contradecirse, pero que se complementan y se funden en un paisaje grandilocuente y dramático.