Días atrás me encontré con una noticia que llamó enormemente mi atención: a un grupo de mujeres se les había prohibido la entrada a una conocida cadena de cafeterías.
¿Mujeres y hombres separados? Esto es lo que sucede en Medio Oriente

Ante este panorama, estas fueron las preguntas que primero se me cruzan por la mente: ¿Por qué no pudieron entrar al local? ¿Acaso tenían un aspecto sospechoso? Pues… no, la respuesta era más simple y escalofriante que eso: eran mujeres.
La ''barrera de género''

Sí, esto nos puede sonar absurdo a cualquiera de nosotras que vivimos en esta parte del mundo. Pero, este suceso ocurrido en la ciudad de Riyadh, Arabia Saudita no llama la atención allí. Y es que esta sociedad está marcada por la ''barrera de género''.
Ahora bien, ¿qué es la “ barrera de género”? La expresión es bastante transparente: una pared utilizada para evitar que ambos sexos se ''mezclen'' y que divide a la sociedad en dos.
Así como mi primer reacción a esto fue de intolerancia e incomprensión por tal medida de ''injusticia y discriminación'' hacia nuestro sexo, después de procesar la noticia me pareció importante informarme más acerca del tema para poder comprender la raíz de este asunto.
¿Nos contextualizamos?

Muchas personas en Occidente, por falta de información o simplemente por dejarnos llevar, tenemos una imagen de infelicidad e inferioridad de la mujer en Arabia Saudita. Solemos hablar de cuan represivo es su sistema social y político respecto a la posición de la mujer como una prueba de que el Islam posee un tremendo atraso respecto a los derechos de la mujer.
Pero, la situación es bastante más compleja de lo que parece a simple vista, ya que a pesar de que es indiscutible la posición inferior de la mujer en este país, ha habido importantes avances en este sentido en las últimas décadas.
Antes, las mujeres eran enterradas en vida y tratadas como una propiedad. Con el tiempo, y a paso muy lento, el género femenino ha ido obteniendo algunos derechos. ¿Por qué este avance no es tan conocido? He descubierto que la mayoría de las cadenas de televisión y radio solo se hacen presentes cuando ocurren cosas negativas, tal como es el caso de la cafetería que despertó al principio indignación y luego curiosidad por mi parte.
Una realidad de contrastes

Antiguamente, la percepción tanto de los hombres como de las propias mujeres era que su función era permanecer en la casa para cuidar a los niños y realizar las tareas domésticas. Pero gracias a la importancia cada vez mayor que se le da a la educación y la cantidad de profesores extranjeros que hay en Arabia Saudita, la perspectiva tanto de la sociedad como del gobierno está cambiando.
Las mujeres hoy en día son incluidas en el plan de educación y también pueden trabajar, siempre con la condición de que esté presente ‘’la barrera de género’’. No solo se las incluye, sino que el gobierno les ofrece salarios generosos, seguro médico y extensas licencias maternales. Otro ‘’beneficio’’ que obtuvieron hace poco fue el voto.
Así como poco a poco les reconocen estos derechos, podemos encontrar la contracara de la situación: las mujeres no pueden alquilar un cuarto de hotel sin un compañero masculino, tampoco pueden manejar, no tienen certificados de nacimiento y mucho menos pueden obtener un pasaporte o cualquier otra documentación sin el permiso de su padre o marido.
¿Cómo lo viven?

Esta situación evidencia, al menos en parte, la posición de inferioridad de nuestro género en este país. Nosotras, las mujeres de Occidente, sin lugar a dudas gozamos de una mayor libertad.
Ahora bien: es necesario saber que se está haciendo algo para que esto cambie. La situación actual no significa que las mujeres se conforman ni que renuncian a luchar por sus derechos. Tampoco que son menos felices que nosotras.
Cambiar nuestra percepción

Personalmente, me cuesta muchísimo ponerme en el lugar de estas mujeres, ya que nací y me crié en una cultura completamente diferente. Por lo tanto, desde mi punto de vista es muy simple decir cuan difícil es la situación de esas mujeres. Esta es la reacción más básica y la postura que la mayoría de la población occidental tiende a tomar.
Sí es cierto que hay muchas diferencias entre el hombre y la mujer aún (no solo en el Oriente), y todavía queda mucho por hacer, pero lo que me parece más importante aquí es preguntarnos, ¿por qué no ir más allá y adentrarnos en su situación desde el conocimiento?
Esta es mi invitación: ir más allá de los prejuicios y de "lo que todas conocemos", para lograr una perspectiva mucho más profunda de la situación de las mujeres en Medio Oriente y no caer en opiniones simplistas que terminen por empobrecernos.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer como género?

De nada sirve protestar por ''cómo tratan a las mujeres en Arabia Saudita'', sino que lo que deberíamos hacer es investigar y conocer cómo es la situación real antes de afirmar algo que no sabemos a ciencia cierta cómo es.
Lo más importante y que nunca deberíamos perder de vista es que las mujeres como género siempre tenemos que apoyarnos y dejar de lado las diferencias que nos puedan alejar. Recuerda: conociéndonos y respetándonos unas a otras es el camino que nos permitirá obtener mayores logros.
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