Quedé impactada cuando me encontré al Morning Glory, un inmenso charco de agua en el Parque Nacional de Yellowstone, al noroeste de los Estados Unidos, que sorprende a todos por sus colores fluorescentes. Lamentablemente, no es una obra de la naturaleza sino el producto de la acumulación de basura que allí tiraban los turistas malintencionados.
Morning Glory: una piscina de todos colores


La Morning Glory es una fuente de agua termal y su color azulado se debe a la presencia de bacterias especiales que se desarrollan en las altas temperaturas. Luego de un siglo de basura acumulada en el fondo y el desarrollo de otras tantas bacterias, los colores de esta piscina se fueron tiñiendo de amarillo y rojo, creando una especie de arcoiris en su superficie.
Ocasionalmente, la piscina explota en forma de geiser y esa es una forma efectiva de limpiar la basura de sus aguas. De cualquier manera, se han hecho varios intentos de inducir géiseres para purificar a la Morning Glory, aunque no siempre tuvieron resultados.
Otra cosa que llama la atención de esta piscina particular es que parece la entrada a un precipicio tenebroso y oscuro. ¿Lo has notado? Sin dudas, otro destino que nos vuelve a impactar.












