Nunca te convencieron los destinos bulliciosos. Odias las grandes aglomeraciones de gente que invaden hasta la última esquina de la ciudad. Tampoco tienes paciencia para toparte con miles de personas cuando caminas por la calle y mucho menos toleras que tus oídos soporten el ruido de las bocinas, los frenos y los motores de los autos que circulan por allí.
Los lugares más silenciosos del mundo (I)


Ya está. Si estas descripciones calzan en ti, no busques más. El destino ideal para un turista como tú, que busca la tranquilidad, el silencio y el relax, está entre los sitios que te presentamos en este post. Se trata nada menos que de los lugares más silenciosos del mundo.
Déjate llevar por el silencio y anímate a conocerlos...
Central Park en Nueva York. Sí, existe un rincón silencioso en la ciudad que nunca duerme. El ruido de los motores y los frenos de los autos es reemplazado aquí por los cantos de los pajaritos. Todos aquellos sonidos de la urbanidad de Nueva York parecen haber desaparecido para darle la prioridad a los ruidos de la naturaleza. ¡El mejor lugar para relajarnos en la Gran Manzana!

Asolo en Italia. Esta ciudad italiana nos ofrece el escenario ideal para entregarnos al relax. Nada de rascacielos, ni smog, ni ruidos de automóviles. Asolo nos ofrece su paisaje repleto de colinas verdes que ofician de paredes sobre las calles empedradas y los castillos medievales. Lo único que puede escucharse allí son los pájaros cantores y los zumbidos de los insectos.

La Escalera de Noruega. Una carretera natural con más curvas en el mundo. A diferencia de las carreteras de asfalto, transitadas continuamente por ruidosos automóviles a gran velocidad, esta escalera natural rodeada de montañas es un camino hacia la tranquilidad.


Yap. Esta isla de la Micronesia del Océano Pacífico es el mismo Paraíso en la tierra. Segurmante se te hace agua la boca cuando imaginas su paisaje: arenas blancas, mar azul y transparente y palmeras dándote sombra mientras te recuestas sobre una hamaca. ¿Hay algo más relajante que eso? Pero no solo su paisaje es silencioso. También la cultura de Yap apuesta a la tranquilidad como forma de vida. Por ejemplo, allí nadie escucha la música todo volumen cuando sale en auto.

Valle The Hoh del oeste del estado de Washington. Tranquilidad extrema en este espacio ubicado en las profundidades de la selva del Parque Nacional Olímpico. Se trata de un lugar preservado del paisaje humano en el que, con suerte, se oyen los sonidos de los árboles.








