Las japonesas están hartas de una imposición que la mayoría de las mujeres del mundo soporta

Imagen Shutterstock

En algunos empleos las reglas de vestimenta son muy estrictas, pero tristemente suelen serlo aún más con las mujeres. Este tipo de exigencias han agotado la paciencia de las habitantes de Japón, quienes son obligadas a usar tacones altos en sus lugares de trabajo.

PUBLICIDAD

Cada vez más mujeres se han unido al movimiento #KuToo, un juego de palabras entre kutsu (zapato) y kutsuu (dolor) con el ya conocido lema del movimiento feminista #MeToo. KuToo fue iniciado por la actriz Yumi Ishikawa y en muy poco tiempo se unieron más y más mujeres. Actualmente ya son alrededor de 29,000 personas quienes han firmado la petición.

Ishikawa y otras mujeres japonesas buscan que las empresas no tengan el derecho de exigir a sus trabajadoras que los tacones sean parte del código de vestimenta. Argumentan que esta práctica es discriminación, que complica que las mujeres cumplan con sus labores y, además, resulta perjudicial para la salud.

Algunas mujeres han sido despedidas de sus trabajos por negarse a usar zapatillas, por lo que las japonesas piden al gobierno que interceda, de tal suerte que usar tacones sea una elección, más no una obligación.

El gobierno del país oriental no ha dado respuestas favorables al movimiento. Sin embargo, #KuToo no se detendrá hasta poder ver resultados que beneficien los derechos de las mujeres.

Algo muy cierto es que los tacones representan un riesgo de la salud para las mujeres, pues provocan una gran presión en las rodillas, alteran la forma y el funcionamiento del tendón de aquiles y de la pantorrilla en general. También causan dolores lumbares, problemas de cadera e incluso podrían ser responsables de la aparición de la osteoartritis.

Imagen Shutterstock

Cabe mencionar que Japón es un país sumamente machista. Hace poco se descubrió que varias universidades modificaban los exámenes de admisión a la carrera de Medicina para favorecer el ingreso de los hombres y restringir la entrada de mujeres.

PUBLICIDAD

Sin embargo, las mujeres japonesas no tienen la intención de quedarse con los brazos cruzados y seguirán luchando. Esperamos que la voz de las trabajadoras de esta región llegue muy lejos y consigan revocar esta regla absurda y que no tiene ningún propósito.

También te puede interesar: