La niebla, para muchas personas, es una de las novelas más aterradoras de Stephen King, aunque el hecho de saber que no existe, al menos de forma idéntica a como se la describe en la ficción, realmente puede servirnos para mantener la calma, ¿no?
La niebla asesina es real, aunque no tan letal como la de Stephen King

Pero, según un nuevo estudio, llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Lund, los fenómenos climáticos como la niebla realmente podrían estar matándonos.
La niebla es peligrosa para la salud humana

Los expertos que llevaron a cabo este estudio recomiendan a los ancianos y a las personas con dificultades cardíacas no acercarse a la niebla, o a las nubes que se acercan al suelo, debido a que podrían desencadenar una reacción física que genere un paro cardiorrespiratorio.
En este estudio, llevado a cabo en 112 793 personas de más de 65 años, se descubrió que las temperaturas bajas son problemáticas para la salud. La investigación reveló que las muertes por razones cardíacas aumentan significativamente en los meses invernales. La niebla, por su parte, puede haber tenido un rol fundamental a la hora de estos fallecimientos.
Pierre Gosselin —uno de los miembros de la investigación—, señaló que «debemos evitar la exposición a la niebla».
La niebla, básicamente, suele estar acompañada de sistemas de alta presión atmosférica, además de la humedad, conformando una combinación nefasta que podría desencadenar una reacción corporal que termine con nuestras vidas o que al menos nos obligue a hacer una visita improvisada al hospital.
Frente a los efectos de la niebla en el clima, el cuerpo hace que el corazón lata a más velocidad mientras aumenta la presión sanguínea, lo que en pacientes con problemas cardíacos (muchas veces no diagnosticados) puede tener consecuencias letales. No obstante, en personas sanas, probablemente no suceda nada, pero siempre es recomendable no arriesgarse.
En esta misma linea, cabe señalar que los cambios bruscos en la presión del aire o en las temperaturas son tan peligrosos o incluso más que el frío mismo, debido a que el cuerpo necesita adaptarse rápido, cosa que a veces no puede hacer correctamente. Mucho más peligroso se vuelve ahora, en los tiempos que corren, debido a que el cambio climático está haciendo que estos cambios se vuelvan aún más súbitos o repentinos.
Los cambios de temperatura son cada vez más notorios en el mundo, como probablemente habrás observado, con veranos mucho más calientes e inviernos mucho más fríos. Por su parte, el equipo de investigación espera que los efectos del clima pasen a ser un factor relevante a la hora de visitar a un médico, debido a que hasta ahora no se suele tener en cuenta en los diagnósticos.

Lo que nos queda claro es que, aunque la niebla puede matarnos, sobre todo si somos personas propensas a los ataques cardíacos, no es tan aterradora como la de Stephen King, en tanto no aparecerán criaturas misteriosas para atormentarnos. La niebla de King, además, tiene un agregado: el peligro más grande no es la niebla sino cómo las personas se comportan frente a ella, a medida que el temor se vuelve más grande.
No obstante, aunque la niebla verdadera que nos afecta en la vida real no es tan letal como la de la novela, en cierto modo sí es mucho más peligrosa: mientras la niebla de King solamente es ficción, o una metáfora sobre la presencia de la muerte en nuestras vidas, la niebla en las ciudades es un fenómeno real que además podría estar llevándose la vida de miles de adultos y ancianos en el mundo.
¿Qué opinas sobre los resultados de esta investigación científica? ¿Crees que la niebla realmente es peligrosa para la salud humana o la correlación estadística encontrada solamente es una casualidad?
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