Los reptiles inspiran a los humanos y nos aterran tanto como nos fascinan. Pero entre ellos, nos encantan las serpientes, y especialmente las serpientes gigantes, de las cuales encontramos especial incidencia en Japón, donde hay gran número de historias misteriosas.
La misteriosa historia de las aterradoras serpientes gigantes de Japón

Serpientes gigantes de Japón y sus misteriosas historias

En Japón existe un número ingente de grandes serpientes capaces incluso de comerse un perro y seres mucho más grandes como un ser humano. No obstante, son muy difíciles de ver, aunque los viajeros y vecinos de las zonas en que viven saben bien del peligro y alarma que provocan.
Una de las historias más temibles habla de una gran boa, conocida como yamakachi o uwaba-mi. Aunque raramente ha sido detectada, sí que es muy temida en la zona, pues según las historias, ha sido capaz de comerse vivos a niños, mujeres e incautos viajeros.
Sin embargo, sí que existen grandes serpientes en Japón de las que se tienen constancia más allá de las historias. Por ejemplo, en el Parque Nacional Tsurugi Quasi, donde se han visto este tipo de reptil que llega a medir hasta 2 metros de longitud.
Aun así, estas medidas palidecen en comparación con otras serpientes vistas allá por 1973, cuando se encontraron especímenes que alcanzaban hasta los 5 metros, aunque esta era la parte del animal que sobresalía de la espesura, por lo que se estima que podría llegar incluso a medir 10 metros o más.
Señal de alarma

Como es lógico, en su día estas noticias crearon gran alerta entre la población de la zona. Incluso hubo expediciones y voluntarios que se adentraron en el Monte Tsurugi para localizar a los animales, y se dice que sí, que fueron capaces de localizarla y verla, pero no de atraparla.
En otras áreas de Japón también se dio voz de alarma con las serpientes gigantes. En la Prefectura de Kochi, en 1987 se alertó de una criatura de hasta 7 metros de larga que se había comido pollos y otros animales de una granja, e incluso se dio alerta de ver otro ser que alcanzaba los 9 metros.
Pero, ¿realmente esta señal de alarma estaba justificada? ¿Qué vieron en verdad aquellas personas? Porque aunque hay gran número de serpientes nativas del país, no se encuentran entre ellas las boas, anacondas o pitones, de bastante buen tamaño.
Y es que al parecer, el fenómeno podría estar producido por especies exóticas escapadas que han encontrado en Japón un ambiente óptimo para prosperar. Así pues, en condiciones de humedad correctas en ciertas partes del país, anacondas, boas y pitones podrían haber sobrevivido tranquilamente hasta alcanzar tamaños descomunales, tal como se cree hoy en día.
No obstante, tampoco está confirmado si este hecho es obra de la fértil imaginación de algunos japoneses, o realmente estos seres han alcanzado tamaños monstruosos capaces de asustar hasta al hombre más valiente del Imperio del Sol Naciente.
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