Mujeres heterosexuales, bisexuales, lesbianas, trans, travestis, mujeres asalariadas, no asalariadas, ocupadas, desocupadas, niñas, jóvenes, abuelas, amigas, compañeras, vecinas, hermanas. Los hombres también estuvieron presentes, pero el protagonismo lo tuvieron las mujeres. Las millones que marcharon ayer en todo el mundo y en más de 60 ciudades del país.
La marcha de mujeres, un nuevo capítulo en la historia feminista


En Buenos Aires la convocatoria fue altísima y una multitud se acercó caminando hacia el Congreso para luego marchar hacia la Plaza de Mayo, donde se leyó un manifiesto del colectivo Ni Una Menos.
Miles de mujeres con carteles y sus reclamos. Miles de mujeres con su cuerpo pintado o realizando intervenciones artísticas con un reclamo común.

Parecíamos todas amigas, unidas y compañeras. Se vivía un aire pleno de libertad. Cánticos, gritos, canciones e interpretaciones.
Algunas portaban pancartas con la foto de aquella mujer que ya no está. Piel de gallina. Por aquella que está desaparecida. Piel de gallina. Otras, cargaban el nombre del femicida, del asesino. Piel de gallina.
La protesta feminista es política, social y fue meramente organizada por un grupo de mujeres que quieren (queremos, todas queremos) que este mundo se convierta en un lugar mejor.
Miles de imágenes quedan guardadas como fotografías en nuestra memoria. Lo que se vivió fue realmente histórico y hay que mantener el recuerdo para siempre.

Las mujeres tenemos voz
Liliana Daunes, locutora, periodista y militante feminista fue la encargada oficial de darle voz a esta marcha al pronunciar el manifiesto creado por cientas de mujeres para dejar por sentado el grito de todas.
"Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista. Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos subsidios, las cuentapropistas y las que realizamos tareas domésticas.
El manifiesto contó los inicios de la lucha feminista, mostró un fuerte repudio contra el gobierno nacional y provincial, la exigencia urgente de medidas contra toda forma de violencia hacia las mujeres, lesbianas, trans y travestis. Exigió el aborto legal, seguro y gratuito, un Estado laico y la inclusión social.
Clamó por el fin de la violencia física, verbal, psicológica, obstétrica, económica, sexual, institucional, simbólica y labora. Porque una mujer muere cada 18 h en Argentina. Por el cese de los despidos y la flexibilización laboral; por las luchas de AGR-Clarín, de las y los docentes y de Textil Neuquén; y por la libertad de Belén y de Milagros Sala, entre muchas cosas más.
Los cánticos de una Plaza de Mayo llena se escuchaban, la diferencia es que no era el clásico oe oe oe masculino. Se escuchaban a miles de mujeres gritando al unísono: " Sí se puede, sí se puede, el paro a Macri se lo hicimos las mujeres".

Haciendo historia
La desigualdad histórica que hay entre mujeres y hombres tiende a achicarse cada vez más. Y es que la batalla cultural comenzó hace más de un siglo, cuando mujeres revolucionarias, empoderadas, inteligentes, emprendedoras y valientes decidieron ir contra la hegemonía patriarcal impuesta y reclamaron su lugar en el mundo.
Mujeres como Juana Azurduy, que combatieron por la independencia latinoamericana, Cecilia Grierson, la primera médica argentina que lo logró a pesar de los prototipos impuestos, Eva Duarte de Perón, quien impulsó y logró la sanción del sufragio femenino, Alicia Moreu de Justo, ejemplo de militancia en favor de todos los derechos de la mujer, Estela de Carlotto, ejemplo internacional que movilizó los derechos humanos, Aimé Paine, Lola Mora, Victoria Ocampo, Alfonsina Storni... y tantas otras más.
Todo lo que ellas lograron era impensado, loco, descabellado e irracional. Hoy estamos escribiendo un nuevo capítulo de la lucha por los derechos de las mujeres. Ahora nosotras somos las que estamos haciendo historia.
Porque así, vivas y libres es como nos queremos.






