El coronavirus (oficialmente conocido como covid-19) es la enfermedad que mantiene en alerta a la comunidad médica mundial desde su aparición en diciembre del 2019.
La inteligencia artificial podría ayudarnos a hacer mejores medicinas más rápido
Lo peligroso de este padecimiento radica en su rápida propagación, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en tan solo un par de meses se contabilizan más de 71 mil infectados en China y otros 25 países.

A pesar de que los investigadores trabajan a marchas forzadas, la OMS estima de que la vacuna contra el coronavirus estará disponible en al menos 18 meses, debido a todo el proceso que cualquier vacuna debe pasar antes de ser aprobado.
Cualquier medicamento necesita pasar por meses (hasta años) de estudios de la laboratorio y clínicos para comprobar no sólo su efectividad, también los posibles efectos secundarios que podría generar.
De acuerdo con una investigación, con la ayuda de los sistemas de aprendizaje automático los investigadores biométricos pueden cambiar la metodología de prueba y error.
En lugar de probar cada tratamiento "como siempre", los investigadores podrían usar la inteligencia artificial (IA) para clasificar a través de bases de datos masivas de compuestos candidatos y usar los que tienen más probabilidades de ser efectivos.

Joshua Swamidass, biólogo de la Universidad de Washington, comentó para The Scientist que existe la necesidad de crear un sistema en que se procesen grandes cantidades de datos con el objetivo de encontrar las mejores soluciones y obtener una idea más clara (y pronta) de cómo hacer las cosas.

Como ejemplo, los investigadores usan el caso de la terbinafina, un medicamento ampliamente recetado para luchar contra enfermedades causadas por hongos.
En el 2008, de acuerdo con Engadget, tres personas murieron por toxicidad hepática a causa de la terbinafina. Los médicos descubrieron que uno de sus componentes era responsable del daño hepático.
No fue hasta el 2018 que una estudiante de la Universidad de Washington programó una IA para que tuviera la capacidad de descubrir posibles formas en que el hígado podría descomponer la terbinafina.

El mismo proceso que pude tomarle a un investigador años de trabajo resulta sencillo para la IA, gracias a su gran capacidad de reconocimiento de patrones.
De acuerdo con Engadget, investigadores de la Universidad de Flinders usaron una IA para sobrealimentar una vacuna contra la gripe común para que el organismo produzca una cantidad más alta de anticuerpos cuando es inoculado. En realidad, parecía que los investigadores activaron la IA y la dejaron diseñar la vacuna por su cuenta.

Si todo sigue así, es muy probable que pronto la IA sea usada para obtener mejores vacunas y medicinas en menos tiempo.
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