La historia de la evaporación de las personas en Japón es una de esas historias particulares que además de causarnos asombro nos invita a reflexionar sobre el estilo de vida en las sociedades modernas.
La historia detrás de la misteriosa evaporación de las personas en Japón


La evaporación consiste básicamente en una desaparición administrativa, en donde una persona obtiene una nueva identidad y comienza su vida desde cero en una especie de estado fantasmagórico.
Se estima que más de 100.000 personas se han evaporado en Japón desde la década de los 90, desapareciendo para siempre y sin dejar rastros.
La historia detrás de la evaporación de las personas
La desaparición de estas personas —también conocidas como « johatsu»— cuenta con múltiples aspectos, desde el aval de la sociedad y la forma en que lo promueve, ejerciendo presión y juzgando, hasta la complicidad de los organismos administradores que ofrecen mecanismos simples para que se pueda llevar el proceso a cabo.
Las personas desaparecidas van desde personas jóvenes que no pudieron completar sus estudios y se sienten avergonzadas, hasta personas casadas que engañan a sus parejas y son inmediatamente rechazadas por el resto.
Frente a esta situación hay quienes señalan que la práctica se comenzó a expandir debido a una película de culto en donde un hombre abandona su trabajo y a su familia para desaparecer y no volver a ser encontrado.
Sin embargo, también hay quienes indican que la desaparición está relacionada al exceso de trabajo que muchas personas llevan adelante en Japón, teniendo como ejemplo una encuesta en la cual el 20% de las personas indicaron haber trabajo más de 80 horas en la última semana y en donde cerca de la mitad de las personas declaró haber renunciado a sus vacaciones pagadas.
Por lo que se puede ver, detrás de la exitosa sociedad japonesa no todo es color de rosas y los daños colaterales se están cobrando la identidad de miles de personas cada año.
La ciudad fantasma en donde viven los «johatsu»
Las personas evaporadas suelen conglomerarse en ciudades o partes de ciudades reservadas para ellas. Uno de los ejemplos más claros de este fenómeno es la ciudad de Sanya —en Tokio— que supo ser el hogar de miles de obreros durante el crecimiento de la industria japonesa, pero que actualmente se encuentra abandonada.
Sanya es un lugar aislado del país —ha sido borrada de los mapas— y es en donde viven actualmente miles de johatsu que no desean ser encontrados por su familia. La ciudad se encuentra llena de empresas que ofrecen trabajos informales especialmente dedicados a quienes no desean figurar en el sistema burocrático estatal.
La ciudad cuenta con varias tiendas nocturnas que presuntamente son operadas por la mafia japonesa y que ofrecen a estas personas todo lo que pueden llegar a necesitar, a un precio accesible y sin hacer preguntas.
La gran mayoría de quienes están viviendo en Sanya son personas abandonadas que han decidido desaparecer de sus vidas anteriores, producto de algún problema del cual están escapando.
La ciudad, aunque tiene bastante población, sigue siendo una ciudad fantasma. Las personas que viven en ella no quieren ser encontradas y las personas que viven afuera tampoco quieren encontrarlas.

La realización y el éxito son importantes para todas las personas, pero llevadas al extremo pueden producir resultados desalentadores, como lo demuestra el caso de los johatsu.
Si bien esta historia es triste, puede hacernos reflexionar acerca de nuestros objetivos y sobre nuestras dinámicas diarias, relacionadas a la forma en la que llevamos nuestras vidas.
Muchas veces es necesario recordar que no todo se trata de trabajo y que siempre que nos equivoquemos podemos volver a intentarlo: es importante desdramatizar y recordar que no es el fin del mundo.
¿Qué opinas acerca de la desaparición de las personas en Japón? ¿Qué crees que se puede hacer para evitarlo?
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