Los anfibios están desapareciendo a una velocidad inusitada en todo el planeta. Estos animales, que han poblado la Tierra desde hace millones de años y han sido vitales para la evolución de los organismos terrestres, están enfrentando posiblemente la mayor amenaza que han sufrido durante toda su existencia, una amenaza que ha llevado ya a la extinción a cientos de sus especies en los cinco continentes. La causa directa de este grave problema es un hongo letal que ha sido identificado hace pocos años por los científicos y que provoca la Quitridiomicosis, una enfermedad mortal para los anfibios.
La enfermedad que amenaza a los anfibios y la biodiversidad

Una micosis mortal

La Quitridiomicosis es una enfermedad causada por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis. Este patógeno afecta la piel de los anfibios, uno de sus órganos más importantes ya que en estos animales es una de sus estructuras respiratorias fundamentales. La invasión del hongo provoca un grave desequilibrio iónico al inhibir el transporte de electrolitos en la piel, lo que estimula una cascada de reacciones que terminan por provocar un paro cardiaco al animal infectado.
Esta enfermedad ha causado una preocupante mortalidad masiva en muchos lugares del mundo, donde charcas y lagunas históricamente repletas de ranas y sapos y caracterizadas por gigantescos coros de cortejo, hoy en día están silenciosas tras la desaparición casi total de sus individuos. Por tal motivo, la Organización Mundial para la Sanidad Animal ha incluido la enfermedad en su lista de enfermedades de declaración obligatoria, convirtiéndola de esta manera en la primera enfermedad introducida en dicha lista por representar una gran amenaza para la biodiversidad del planeta.
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La quitridiomicosis y el cambio climático

La quitridiomicosis no es ni mucho menos una enfermedad nueva, sino que ha existido siempre entre las poblaciones de anfibios. En condiciones normales, suele afectar a algunos ejemplares de las poblaciones sin llegar a causar estragos importantes, como la desaparición en masa de los individuos.
Pero, ¿a qué se debe que se haya transformado en una pandemia de consecuencias catastróficas?Según los científicos, podríamos estar en presencia de la primera gran pandemia global directamente relacionada con el cambio climático. Como es sabido, la temperatura media de la Tierra está subiendo de forma sostenida en las últimas décadas, un cambio que es mucho más perceptible para organismos muy sensibles como es el caso de los anfibios, que requieren por lo general de condiciones de mucha humedad y temperaturas frescas para evitar su desecación.
Las últimas investigaciones han sugerido que el calentamiento global podría estar causando efectos diferentes en todo el mundo que favorecen el desarrollo del hongo, que necesita entornos frescos para alcanzar sus condiciones óptimas de desarrollo. Así, mientras en zonas tropicales altas de Sudamérica y Centroamérica podría estar provocando un incremento de los períodos nubosos y con ellos una bajada media de las temperaturas, en zonas de Europa pasaría lo contrario, la temperatura media en las zonas montañosas altas, tradicionales santuarios de anfibios, estarían aumentando, favoreciendo el desarrollo del hongo y matando a las poblaciones de anfibios en masa.

Aunque queda mucho por saber sobre esta plaga mundial, por fortuna la ciencia está dando pasos agigantados para comprender como se propaga este hongo y sugiriendo medidas que podrían mitigarlo. De momento la batalla recién comienza y lamentablemente la vamos perdiendo, ya que se estima que un tercio de los anfibios del mundo están en grave peligro y este porcentaje no hace más que aumentar cada día. Esperemos que podamos encontrar una solución definitiva a este mal y salvar a tiempo a los anfibios, los vertebrados más amenazados de la Tierra.
Muy lamentable, ¿verdad? Y a propósito de anfibios, ¿te gustaría saber cuál es el tritón más grande del mundo?









