¿Ganar más dinero hace que tu trabajo te guste más? Esto dice la ciencia

Desde la época de nuestros antiguos ancestros, siempre hemos trabajado a cambio de algo. La motivación no siempre está en la remuneración, ya que en mucho casos las personas realmente disfrutan de trabajos voluntarios, incluso más aún que los trabajos remunerados. Sin embargo, en una sociedad en la cual el dinero aporta un estilo de vida cómodo y saludable, es lógico atribuir el conformismo en el trabajo a la cantidad de remuneración recibida.

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Cada año los salarios varían, algunos aumentan, otros disminuyen. La economía de un país dirige el estilo de vida de sus habitantes de modo tal que en países económicamente muy pobres, hay pocas personas que tienen acceso a los bienes y servicios necesarios para vivir una vida tranquila.

Pero siempre están aquellas personas que por distintas razones, tienen un salario suficiente para vivir cómodamente. Aunque estas personas no necesariamente están conformes o felices con sus trabajos. 

¿Más dinero, mejor trabajo?

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Un análisis realizado en el Reino Unido por el Instituto de Análisis Financiero Chartered reportó que la  relación entre la remuneración y el desempeño en el trabajo es insignificante y no hay ninguna relación entre el salario y el desempeño.

No obstante, siempre es una cuestión de números. En 2010 se realizó un estudio que vinculó la remuneración con una mayor felicidad, siempre que la remuneración sea menor a 75 mil dolares por año. Más allá de esta cifra, la felicidad no demostró aumentar y en algunos casos fue todo el contrario.

En otro estudio realizado en 1970, un grupo de especialistas analizó la motivación a trabajar en un grupo de personas que sabían que recibirían dinero extra y otro que no. Sin embargo, el dinero extra no reportó mejoras en la motivación de las personas involucradas. En cambio, aquellas personas que trabajaban gratis demostraron mayor compromiso con el trabajo.

El dinero no compra felicidad, tampoco motivación

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De hecho, el dinero parecería ser bastante negativo en lo que refiere al sentimiento de motivación en las personas. Al parecer una recompensa extra disminuye la motivación interna de las personas a hacer un trabajo bien. 

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Un estudio realizado por un equipo de psicólogos en niños preescolares generó resultados que apoyan esta teoría. Los investigadores analizaron la respuesta de los niños ante recibir un premio por realizar un trabajo de arte. En esta caso, nuevamente, la recompensa física no aportó nada a la motivación de los niños.

Así que la relación negativa (o inexistente) entre la remuneración y la motivación sucede desde que comenzamos a integrarnos en la sociedad. Desde la infancia hasta la adultez, no nos sentimos más motivados al recibir dinero extra.

La verdadera motivación está entonces en el trabajo en sí y podría decirse que ninguna cantidad de dinero puede aminorar los efectos negativos de trabajar donde no nos sentimos a gusto. Como sucede en muchos casos que el trabajo no es remunerado justamente, las personas eligen buscar un trabajo mejor remunerado, pero quizás comprometiendo la motivación. 

Lo que ocasiona la avaricia del ser humano. 

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