El caso de Valeria Teresa Gutiérrez Ortíz, una pequeña de 11 años que fue violada y asesinada dentro de una combi en el municipio de Cd. Nezahualcóyotol, en el Estado de México, movió las fibras más sensibles de la mayoría de los mexicanos, generando muestras de apoyo para la familia de la niña.
Familiares de Valeria, la niña asesinada, amenazados por choferes de la Ruta 40

Sin embargo, parece que no en todas las personas hubo un sentimiento de empatía hacia los padres de Valeria, quienes aseguran haber recibido amenazas de muerte por parte de familiares de los choferes de la Ruta 40, misma que se mantiene suspendida debido a las investigaciones que están realizando las autoridades, para saber si las unidades y los conductores cumplen con los requisitos necesarios para dar el servicio de transporte público.

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Jacqueline Ortíz, mamá de Valeria, solicitó apoyo a las autoridades del municipio, pues afirmó ante medios de comunicación que durante las noches hay rumores de intentos de violencia contra su hogar. Por su parte, el padre de la menor denunció que la semana pasada, choferes de la Ruta 40 intentaron apedrear la casa de su expareja. En una entrevista con MVS afirmó: "Ayer por la noche intentaron apedrear la casa de la mamá de mi hija porque los choferes están enojados porque suspendieron la ruta 40, pero ellos fueron los que no cuidaron su fuente de trabajo, no tienen un padrón, nada". Ante esta situación, el ayuntamiento de Neza dio la orden de que una patrulla resguarde el domicilio y asegure el bienestar de la familia.
Nosotros nos preguntamos: ¿Cuándo el gobierno mexicano podrá brindar la seguridad suficiente para que este tipo de casos dejen de ocurrir? Ahora que el supuesto asesino de Valeria "se ahorcó en su celda" ¿podrán los familiares obtener algún tipo de justicia, ante la muerte de su pequeña? Esperemos que esta familia no sufra ninguna otra tragedia.
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