La Gran Barrera de Arrecife es el ecosistemas marino más importante del mundo y el único visible desde el espacio. Más de 2 mil kilómetros de coral y 2.900 arrecifes que bordean una costa este de Australia cuyo triste final podría llegar antes de lo que pensamos debido a la contaminación, la pesca ilegal y, también, una estrella de mar devora-corales convertida en la gran villana de este reino subacuático.
Estrellas villanas y robots salvíficos: esto es lo que está sucediendo en la Gran Barrera de Arrecife


Pero este problema podría resolverse gracias a un robot que se ha propuesto salvar la Gran Barrera de Arrecife...
Wall-E meets Nemo
Según algunos expertos, uno de los ecosistemas más vitales del mundo, la conocida como Gran Barrera de Arrecife, podría extinguirse para 2100 debido a múltiples factores que en su mayoría proceden de la (predecible) actividad del hombre: pesticidas en los cultivos de las marismas, barcos cargados de aceite que se hunden en el mar, o frecuentes casos de pesca ilegal que se traducen en una pérdida del ecosistema, peces que mueren y corales que se tornan blancos, enfermos por la erosión.
Sin embargo, no todos los agentes que amenazan esta paraíso del buceo y la naturaleza proceden de nuestro impacto, sino también de unos habitantes peculiares que habitan en las misma profundidades que el famoso pececillo Nemo. Llamada corona de espinas (o COTS), esta estrella de mar ha devorado ya más del 40% de la superficie coralina de este ecosistema en poco más de quince años y se ha convertido en el enemigo principal a batir.
Tras lanzar al mar varios buceadores que rastreasen hasta inyectar veneno a estas estrellas púrpuras, la cantidad de voluntarios no pudo equipararse a la cantidad de estrellas. Es por ello que unos especialistas en robótica de la Universidad de Queensland han desarrollado un robot apodado COTSbot. Este es un ejemplar con forma de misil pequeño equipado con diversas cámaras, GPS y una antena que le permite tener conexión en directo con el laboratorio.
Este robot, a modo de Wall-E de los Siete Mares, está programado para captar la presencia de las coronas de espinas e inyectarles unos 10 mililitros de veneno que fulmina a tan glotona criatura en un plazo de 24 horas. Una ingeniosa maniobra con la que los científicos y ecologistas pretender limpiar la Gran Barrera de estos peculiares enemigos para 2050.
Aunque la ciencia haya creado este robot salvador de la Gran Barrera de Arrecife, nosotros, los humanos, debemos actuar de forma paralela en lo que a nuestra actividad nos concierne y adoptar una actitud más sostenible y respetuosa con un medio ambiente al que, paradójicamente, la tecnología comienza a traer buenas noticias.
¿Crees que el COTSbot salvará este ecosistema de la extinción total?
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