Estas son las 7 ciudades que más se parecen a París

París es una ciudad única, con sus grandes avenidas provenientes desde el Sena que te llevan a las galerías de arte, tiendas emblemáticas de moda, innumerables cafés y restaurantes fabulosos.

Si ya conoces todos los encantos de París y te enamoraste de ellos, estas ciudades ofrecen el mismo placer que emana la capital de Francia.

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Ámsterdam, Holanda

Ámsterdam es conocida por las mismas cualidades que París. Sus galerías de arte de clase mundial contienen una colección que es igual de impresionante que las del Louvre.

El Rijksmuseum cuenta con obras de Rembrandt junto a obras de otros maestros como Jan Steen y Jan Vermeer; el Museo Van Gogh tiene más pinturas del artista expresionista que cualquier otro lugar del mundo; y el Stedelijk Museum alberga una magnífica colección de arte moderno y contemporáneo.

Una vez que hayas absorbido la oferta artística de la ciudad, puedes pasear por Canal Ring y luego relajarte en uno de los famosos cafés de la capital.

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Praga, República Checa

Praga tiene influencias de Oriente y Occidente y las mezcla en una hermosa arquitectura que encanta a la gente de todo el mundo. Esta ciudad de cuento de hadas se eleva por encima del histórico Puente de Carlos, que fue durante siglos el único medio para cruzar el río Moldava, colocando a Praga en el centro del comercio continental hasta el siglo 19.

Cruzar el puente lleva a los viajeros al Castillo de Praga en la Ciudad Vieja, donde la Iglesia de Tyn compite por la atención con la Iglesia de San Nicolás, mientras ambas se ven ensombrecidas por el Reloj Astronómico. 

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Florencia, Italia

La ciudad más importante de Europa durante 250 años y el lugar de nacimiento del Renacimiento italiano. Fue el hogar de artistas como Miguel Ángel, escritores como Dante y pensadores políticos como Maquiavelo, y esta historia brillante de cultura, belleza y equilibrio queda grabado en sus calles hoy, en estatuas, esculturas, palacios e iglesias.

Al igual que París, no hay mejor manera de conocer Florencia que a pie, haciendo una pausa en los puentes y esquinas de las calles para disfrutar de las vistas sublimes.

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Québec, Canadá

Québec es uno de los asentamientos más antiguos y elegantes de América del Norte. La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con sus calles empedradas, casas del siglo 17 y las iglesias góticas, se siente igual que la capital de Francia.

Con la mayor población franco parlante de cualquier ciudad fuera de Francia, no es sorprendente encontrar plazas y bulevares de colores por los bares pintorescos y cafeterías de la ciudad. 

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Viena, Austria

El café sigue siendo una parte integral de la vida para muchos hoy en Viena, y los elegantes cafés del centro son una manera muy agradable para romper los paseos por las avenidas de la ciudad, sombreados por palacios imperiales barrocos.

Más allá de manjares dulces, Viena cuenta con un patrimonio cultural para rivalizar con París: fue la cuna de gran parte de la música clásica, casa de Mozart, Beethoven, Schubert, Haydn, y Johann Strauss. Y los turistas también pueden explorar el Barrio de los Museos, uno de los complejos de arte más grandes del mundo.

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Sevilla, España

Ok, casi todo en Sevilla es diferente de París: el arte, la arquitectura, la comida, las calles, los árboles, la música, las tiendas. Pero tiene todo esto, y lo presenta con la misma pasión y sensualidad que lo hace la capital francesa. Los naranjos alinean cada calle central y otorga un aire seco con sus frutas ácidas. El flamenco deriva de los bares donde los lugareños y turistas se sientan de lado a lado de beber buen vino tinto.

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Buenos Aires, Argentina

No por nada la capital argentina es conocida como el "París de Sudamérica". Desde los bailarines de tango, la vida nocturna de San Telmo, los restaurantes que sirven deliciosa carne, la similitud es sorprendente. Si deseas ver un ambiente parisino, debes visitar el elegante barrio de Palermo, con sus calles llenas de tiendas junto a una escena gastronómica excelente.