¿Están los hombres preparados para la anticoncepción masculina?

El fármaco para la anticoncepción masculina llega casi 60 años después del femenino, otra muestra del machismo de nuestras sociedades, pero de todas formas es una novedad con revolucionarias implicaciones.

Hacia un mundo más igualitario

Lo que hasta ahora injustamente ha sido responsabilidad de las mujeres, pronto podría convertirse en otro de los temas que hay que convenir en las muchas veces difíciles sociedades de pareja (heterosexual).

Se estima que dentro de un año ya se estará vendiendo libremente la píldora masculina, aunque se parece más a una inyección.

La inoculación duraría varios años, pero no sería permanente, lo que supone una gran ventaja con respecto a la vasectomía, el método más usado por los hombres que quieren tener bajo control la posibilidad de procrear, pero que tiene el inconveniente de que casi siempre es irreversible.

• También te recomendamos leer: «Lo que deberías saber sobre el revolucionario interruptor portátil que podría hacer de la vasectomía una cosa del pasado»

Adiós a las náuseas

Uno de los efectos secundarios más frecuentes en el organismo femenino por el uso de la píldora es el de las náuseas. Pero están también los incómodos e inesperados sangramientos en medio de las menstruaciones regulares, las cefaleas, la reducción de la libido y los cambios de humor que acarrean.

Con el anticonceptivo masculino, las mujeres podrán librarse de tantas molestias, sin que los hombres tengan que heredar sus sufrimientos, ya que el método para los adanes no será hormonal.

• Quizá también te pueda interesar: «Alcohol, rezos y sexo en las tinieblas: los curiosos hábitos nocturnos de la Edad Media»

• También puedes leer: «Según este profesor de la Universidad de Cambridge, los británicos cada vez tienen menos sexo por culpa de Game of Thrones»

Se trata de un polímero con la denominación comercial de Vasalgel, que se inyecta bajo anestesia local en los tubitos por los que circula la esperma del hombre, a los cuales se accede a través del escroto. El gel le cierra el paso a los espermatozoides.

Hay cierta polémica de si se trata de una inyección en el pene, en los testículos o en ninguno de los dos. Los defensores del método dicen que no, o que en todo caso es mínimamente invasivo de esos órganos tan valorados por los caballeros. Pero los más tradicionalistas, quizá los machos que más le temen a las inyecciones, no están tan seguros.

Cuando el hombre quiera recuperar su fertilidad, va al médico para que le inyecte un disolvente del polímero. Aunque todas las pruebas han sido exitosas, todavía no hay seguridad al 100 % de que sea totalmente reversible, ni de cuánto tiempo duraría la infertilidad.

Tampoco es un remedio contra las enfermedades de transmisión sexual, por lo que nadie debe tirar su caja de condones.

¿Listo para ponerte la inyección?

• Quizá también quieras leer: «5 formas en las que, según los científicos, tener poco sexo afecta tu salud»