El encanto colonial de estas 7 ciudades te dejará sin palabras...

La historia ha permitido, de mejor o peor forma, que la fusión invada diversos rincones del mundo, especialmente en lo que atañe a ciertos países de África, Asia o Latinoamérica, naciones influenciadas por Occidente (o el propio Oriente) en algún que otro momento.

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¿El resultado? Estas 7 ciudades del mundo que destacan por su encanto colonial.

Campeche (México)

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Situada en la costa occidental de Yucatán, la ciudad fortificada de Campeche es uno de los mejores ejemplos de arquitectura colonial, gracias a esas fachadas coloridas, las murallas que envuelven su casco histórico (y que la convierten en la única ciudad amurallada de México) o su condición de principal puerto durante el período de la Nueva España (siglos XVI - XVIII) en el trópico mexicano. 

Cartagena de Indias (Colombia)

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Otra de las ubicaciones estratégicas durante el colonialismo español fue la ciudad colombiana que siglos después inspiraría al escritor Gabriel García Márquez.

Cartagena de Indias es todo lo que podemos pedirle a una joya colonial: iglesias como San Pedro Claver, la primera en albergar a un santo de toda Latinoamérica, barrios coloridos como Getsemaní, en la ciudad amurallada y, también, lugares infames como el famoso Museo de La Inquisición.

Quito (Ecuador)

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En el corazón de los Andes, Quito se perfila, no solo como meca mochilera de Latinoamérica, sino como una de sus ciudades coloniales más radiantes. Su famosa Plaza Grande reúne construcciones blancas entre palmeras y cima redondeadas, el Museo de Arte Colonial conserva pinturas recopiladas durante 300 años, La Basílica se confirma como icono neogótico de una Europa oscura en el corazón del trópico y el mítico mirador de El Panecillo se convierte en la perfecta guinda de cualquier itinerario.

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Windhoek (Namibia)

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En las tierras de Namibia, una ciudad se erige como centro neurálgico del país aún influenciado por el colonialismo alemán de finales del siglo XIX presente en los Jardínes del Parlamento, los tres castillos que salpican la ciudad, Christuskircheuna, una iglesia luterana que combina el art noveau con el estilo gótico, o el Alte Feste, o Vieja Fortaleza, situado en el corazón de uno de los lugares a los que Europa llegó en busca de diamantes durante una de las etapas más tardías del colonialismo europeo.

Pondicherry (India)

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El subcontinente indio ha sido moldeado por portugueses, holandeses, ingleses y, también, franceses, principal influencia de la conocida como " París de la India": Pondicherry.

En esta ciudad colonial del estado sureño de Tamil Nadu, la buganvilla engalana las fachadas, los bulevares asientan el encanto francés y las "pátisseries" salpican barrios que parecen extraídos de la propia Riviera Francesa. Un ejemplo de colonialismo igual de llamativo que el de otras ciudades de la India como Calcuta o, especialmente, Mumbai. 

George Town (Malasia)

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La capital de la isla de Penang fue designada patrimonio de la Unesco en 2008 gracias a un encanto colonial que combina lo mejor de Oriente y Occidente.

El Fuerte Cornwallis aún contiene los cañones, las casas de la armada y una capilla incrustada entre sus piedras, mientras que la Torre del Reloj en honor a la Reina Victoria o la blancura del ayuntamiento confirman la influencia inglesa.

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Como cierre a la visita nada mejor que un paseo por  la Mansión de Cheong Fatt Tze, famoso comerciante chino cuya vivienda fue galardonada por la Unesco en el 2000 gracias a sus jardines chinos y colores azul índigo que manifiesta la gran influencia de China en esta ciudad isleña.

Manila (Filipinas)

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A caballo entre la cultura latina y la asiática, la capital filipina es una de las ciudades más gloriosas para los amantes del turismo histórico gracias a lugares como Intramuros, barrio amurallado en el que destaca la entrada del Fuerte Santiago o el Baluarte de San Diego, piezas angulares de este reducto amurallado tras la llegada del Imperio Español a finales del siglo XVI.

Además, la ciudad se compone de otros highlights como el Palacio Mañakañang, actual sede del Presidente filipino, o el folclore arquitectónico de algunos edificios de la Universidad de Santo Tomás.

Estas 7 ciudades de gran encanto colonial son la mayor prueba de una influencia histórica cuyos detalles merecerían una relectura por parte de las nuevas generaciones. Nosotros nos quedaremos con esos colores, esas fusiones que aproximaron Ocidente a los países exóticos y, por suerte, consiguieron trascender en el tiempo.

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