Cuando hablamos de los elefantes que hoy en día viven en la Tierra, lo más común es que de inmediato mencionemos al elefante asiático y al africano, las dos especies que tradicionalmente se han reconocido, estudiado e intentado conservar. Sin embargo, muy pocas personas saben que en África no existe una sola especie de elefante, sino dos: el famoso gigante de las sabanas, y el hace pocos años reconocido elefante africano de los bosques. Si no lo conoces, aquí te lo presentamos.
El elefante africano de los bosques, tercera especie de elefante reconocida
Por:Univision
El elefante africano de los bosques, una especie en el anonimato
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El elefante africano de los bosques fue reconocido como una nueva especie hace bastante poco, apenas en el 2010, gracias a los estudios del ADN realizados por un equipo de científicos de diversas universidades y centros de investigación. Hasta ese momento, el animal se consideraba en realidad una subespecie del célebre elefante africano de sabana ( Laxodonta africana) el animal más grande que camina hoy sobre la Tierra. Por lo tanto, se conocía como Laxodonta africana cyclotis.
No obstante, el análisis del material hereditario de ambas especies demostró que tenían suficientes diferencias genéticas entre sí como para ser consideradas dos especies distintas, pues diferían hasta en un 58%. Aunque físicamente no difieran demasiado a primera vista, según los científicos desde el punto de vista genético lo son tanto como un tigre y un león, o una cebra y un caballo. Por lo tanto, eso bastó para declararlo oficialmente la tercera especie de elefante vivo del mundo, Laxodonta cyclotis.
¿En qué se diferencian físicamente?
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En primer lugar, como su propio nombre lo indica, el elefante africano de sabana vive esencialmente en las grandes planicies de gran parte ese continente, mientras que la otra especie prefiere refugiarse en el interior de los bosques ecuatoriales de África Central y Occidental.
Por otro lado, hay que hablar de importantes diferencias de tamaño, pues mientras el de sabana alcanza una altura de casi cuatro metros, el de los bosques apenas llega a los tres, lo cual le permite moverse con más facilidad entre los árboles de los densos bosques donde habita.
También como adaptaciones a la vida en los bosques, los elefantes pigmeos, como también se les conoce, tienen colmillos más rectos que sus parientes, lo cual es más cómodo ya que las curvaturas podrían enredarlos con mayor facilidad con las lianas y enredaderas de la selva. Asimismo, estos colmillos son más delgados y ligeramente rosáceos. También hay que destacar que estos paquidermos son más oscuros de piel que sus primos mayores y viven en grupos familiares pequeños.
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En cuanto a su estado de conservación, al igual que las otras especies, el elefante de los bosques está en peligro de extinción, y más aún que la otra de este continente, ya que su población representa apenas un tercio de todos los elefantes de África, y su marfil rosado y fuerte es muy apreciado por los cazadores furtivos.
Por otra parte, la explotación forestal los afecta en mayor medida. Hoy en día se hacen grandes esfuerzos por proteger a estos animales, pero se estima que quedan menos de 500 000 ejemplares entre las dos especies africanas, de los alrededor de 5 millones que vivían hace apenas setenta años atrás.
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¿Sabías que existían dos especies de elefantes africanos?