A finales de octubre de 2017 fue detectado por primera vez un visitante interestelar en nuestro sistema. Pero, en ese entonces, no sabíamos ni siquiera de qué se trataba realmente. Ahora, los astrónomos han conocido más sobre sus características, que resultaron sorprendentes.
El curioso «bolígrafo» interestelar en nuestro sistema revela sus extrañas características

Las características del visitante interestelar
Cuando el asteroide apareció, los astrónomos pensaron que era un cometa. Hasta que descubrieron que no tenía cola. ¿Y lo más curioso? Es el primero en pasar de ser denominado cometa a asteroide en nuestra historia.
Por otra parte, este asteroide —ahora confirmado como tal— mide alrededor de 400 metros. Pero no son 400 metros comunes y corrientes: los especialistas creen que puede medir hasta 10 veces más de largo que de ancho, como si tuviera forma de bolígrafo. Básicamente, nuestra primera visita de otras estrellas es un bolígrafo interestelar de 400 metros.
Por otro lado, los astrónomos decidieron ponerle nombre. Este visitante interestelar con forma de bolígrafo se llama Oumuamua, un nombre tan llamativo como extraordinario, en el sentido literal de la palabra. No obstante, el asteroide también tiene un nombre científico: el anteriormente llamado A/2017 U1 cambiará su nombre a 1I/2017 U1. La I, en este caso, quiere decir «interestelar», como no podía ser de otra manera.
El asteroide con forma de bolígrafo tiene, dicen los especialistas, un color rojizo. Por otra parte, está compuesto completamente por materiales densos, como roca o metales. Y, además, no tiene agua ni hielo. Más allá de que le hemos dado un nombre, y con él una identidad, Oumuamua es un cuerpo completamente inerte, que no nos ofrece ni el más mínimo rastro de vida.

¿De dónde viene y hacia dónde va?
En una primera instancia, los especialistas pensaron que este asteroide (excometa) venía de la estrella Vega, en la constelación de Lyra, la quinta estrella más brillante de nuestro cielo nocturno, a solo 25 años luz. Sin embargo, nuevos estudios sobre el tema cambiaron esa idea: a la velocidad en la que se mueve el asteroide, le habría llevado 300 000 años venir a nuestro sistema. Y hace 300 000 años, la estrella Vega no estaba en esa ubicación.
Frente a dicha discordancia, nace una nueva teoría, quizás mucho más romántica: en realidad, el asteroide no estuvo atado a ningún sistema en particular, sino que se ha dedicado, durante cientos millones de años, a navegar libremente a través del espacio. Y, en ese maravilloso pero extenso recorrido, el sistema solar es prácticamente intrascendente, aunque para nosotros, que no podemos salir del sistema, su visita es un hecho histórico.
Por otra parte, conocer su recorrido nos permite reflexionar sobre muchas cosas: después tantos años y tanta distancia, ¿cuántos sistemas como el nuestro habrá visitado y cuántas civilizaciones inteligentes, quizás ahora extintas, lo habrán observado como lo hacemos nosotros?
La importancia de Oumuamua
Durante muchos años, se pensó que diferentes cuerpos interestelares visitaban nuestro sistema, pero nunca los pudimos detectar. Oumuamua fue el primero y nos confirma que estábamos en lo cierto.
Las expectativas en torno a él fueron tantas que, apenas fue detectado, cientos de telescopios en el mundo comenzaron a observarlo. Fue, mediante dichas observaciones, que recabaron los datos que nos asombran ahora.
Oumuamua pronto no será lo suficiente luminoso como para que podamos seguir observándolo. Las últimas mediciones indicaron que se estaba moviendo a 138 000 kilómetros por hora, aproximadamente. Por tanto, las estimaciones indican que Oumuamua permanecerá en el sistema hasta el 2019.
Mientras Oumuamua permanezca en el sistema, los investigadores continuarán observándolo, hasta que sea demasiado débil como para ser visto. Pero, aunque no podamos verlo más o siga su camino hacia otras estrellas, siempre lo recordaremos como el primer visitante interestelar en ser detectado.
- Aún hay más cosas interesantes : «La destrucción de Cassini, después de 20 años en el espacio, te hará reflexionar».









