El agua es vida: es una de las frases más conocidas en el mundo, pero cuyo significado parece que hemos subestimado. Las malas prácticas del ser humano han provocado que este preciado recurso se contamine o que simplemente no llegue a todas las personas que lo necesiten.
El agua salada ya podrá beberse gracias a un nuevo material que la filtra mejor que otros
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, 4 de cada 10 personas sufren de escases de agua, lo que significa que tienen un limitado o nulo acceso a este preciado líquido.

Otro de los grandes problemas del agua es su falta de saneamiento, ya que la Organización Mundial de la Salud estima que 1,800 millones de personas consumen agua contaminada por residuos industriales o fecales, lo que contribuye al deterioro de su salud.

No son pocas las iniciativas privadas que buscan revertir esta terrible situación. Por ejemplo, existe un proyecto que consiste en un «popote» que filtra el agua contaminada para que las personas la puedan beber sin peligro, directamente desde un lago o un río.
Pero, afortunadamente, no son los únicos que ponen manos a la obra para contribuir a resolver esta problemática.

Filtro para agua salada
Investigadores de la Universidad de Princenton desarrollaron una membrana a partir de finas láminas de madera, cuyo objetivo es la filtración del agua.
Este material, bautizado como Nanowood, está inspirado en las intrincadas formas en que los arboles hacen circular el agua. Las pruebas que se han realizado con él demostraron su capacidad para vaporizar el agua salada y retener las sales y otros contaminantes.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista Science Advances, los científicos responsables de este invento afirman que la nueva membrana funciona un 20% mejor que los filtros comerciales en pruebas de destilación de agua.
Además, enfatizan que se trata de un material más sostenible en comparación con otras membranas, las cuales son fabricadas con polímeros derivados de combustibles fósiles.

Nanowood está fabricada a partir de madera de tilo americano, el cual es sometido a un tratamiento riguroso para eliminar fibras adicionales en la madera y hacer que su superficie sea resbaladiza para el agua.
Se aprovecha la gran capacidad térmica de este producto para calentar uno de los lados de la membrana, de modo que el agua que fluye de ese lado del filtro se vaporiza.
El vapor de agua de acumula en el lado más frío de la membrana, dejando atrás los residuos de sales y otros contaminantes, para resultar en la condensación de agua lista para beberse.

La capacidad de este método es de 20 litros de agua por cada metro cuadrado de Nanowood, siendo más eficiente que las membranas de filtración comunes.
Si bien las preocupaciones acerca de la bioincrustación y la durabilidad no se abordan en este estudio, los autores aceptaron que:
«Se necesitan mejoras adicionales para aumentar la eficacia del tratamiento hidrofóbico y la durabilidad de la membrana en condiciones químicas y de alta temperatura, además de que los métodos de fabricación deben de mejorarse para generar materiales de membrana más delgados y más grandes».

Además de los retos antes mencionados, para considerar la comercialización de Nanowood es indispensable tener una certeza acerca de los costos de fabricación y el tiempo en el que se tardará el proceso, para tener una idea acerca del precio final al público.
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