Descubren la primera mutación del coronavirus ¿Afectará los esfuerzos para una vacuna?
La pandemia de COVID-19 puso a trabajar a marchas forzadas a los científicos especialistas en el campo en busca de una vacuna, prácticamente desde que se identificó el nuevo virus.
El proceso de creación de un antiviral es muy complejo, por lo que puede tardar varios meses en completarse, y depende de múltiples factores, entre ellos, que el virus no presente mutaciones considerables durante las pruebas médicas.
Un estudio preliminar, publicado en la plataforma Biorxiv, informa de una mutación significativa en el patógeno SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19. Los autores del artículo afirman que si las mutaciones continúan, podría ser muy complicado tener una vacuna en el futuro cercano.
Si bien esa es una conclusión desalentadora, los mismos expertos comentaron para la revista Newsweek que mantienen el optimismo, ya que creen que es poco probable que las mutaciones sean drásticas, pues el genoma del virus es relativamente estable.
En el estudio, los expertos analizaron la composición genética de 106 muestras de COVID-19 de una base de datos que recopila la información de pacientes de todo el mundo.
Después, compararon esa información con 39 secuencias del genoma del coronavirus SARS, el cual es el responsable del síndrome respiratorio agudo severo, responsable de la epidemia del 2002.
Su trabajo de investigación reveló que, a pesar de que tuvo un impacto menor en la humanidad, el SARs contenía una mayor diversidad genética, lo que provocó un gran número de mutaciones; en comparación, el SARS-CoV-2 parece ser más estable.
Fue en la India, el 27 de enero del 2020, cuando se encontró la primer mutación importante del virus que provoca COVID-19. Esa mutación podría hacer al patógeno menos capaz de unirse a un receptor en las células humanas.
La gripe estacional, por ejemplo, es un verdadero problema para los científicos, ya que tiende a mutar muy rápido, lo que provoca que las vacunas tengan que actualizarse de una temporada invernal a otra.
Las vacunas combaten las enfermedades al ayudar a nuestro sistema inmunológico a detectar al patógeno cuando ingresa a nuestros cuerpos. Si un virus muta demasiado, nuestro sistema inmune no lo reconocerá.
Si en verdad el virus SARS-CoV-2 es estable, las pequeñas mutaciones podrían no ser un problema para una vacuna. De hecho, en este caso la mutación podría ser una buena noticia.
El hallazgo en un paciente de la India indica que la proteína espiga, clave para infectar a las células humanas, se mantuvo estable después de la mutación. De seguir con la misma tendencia, la mutación del virus no afectará el proceso de una vacuna.
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