La gastronomía francesa es uno de los Patrimonios Inmateriales de la Humanidad junto a la cocina mexicana o la dieta mediterránea; y es que los platos que se estilan en el país galo llevan años alimentando las fantasías de todos los comensales ( o gourmands) del mundo, de viajeros que se desplazan hasta el país expresamente para catar sus vinos y quesos. ¿Hacia donde se dirige la gran mayoría? A su capital, cuyos restaurantes, platos y posibilidades alimentan un artículo en el que descubriremos cuánto cuesta comer en París.
¿Cuánto cuesta comer en París?

La cuna del buen comer
París, la capital de Francia, es una ciudad que siempre ha sido proyectada mediante el arte o la historia como una ciudad de cenas suntuosas, restaurantes refinados (con vistas a la Torre Eiffel) o una exquisita repostería de la cual el crepe es uno de sus mayores embajadores a nivel mundial. Clichés que son ciertos, pero que requieren de ciertos matices.

La gastronomía francesa es exquisita, pero ello no significa que París sea el lugar del que nacen todos esos sabores y platos; de hecho, la capital francesa no posee ningún plato típico. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos probar una buena raclette, escargots o deliciosos macarons en la ciudad pues, al fin y al cabo, París es la mejor representación de Francia, el lugar en el que todo puede suceder.
Selección de bistrós de París
Durante la invasión rusa de París en 1815, los forasteros comandaban su comida en los restaurantes al grito de Bistró, bistró! (rápido, rápido). Una expresión que posteriormente adoptaron los franceses a la hora de designar locales donde se servían vinos, quesos y demás platos de forma rápida. Sin embargo, con el paso del tiempo, quienes visiten París podrán comprobar que un bistró puede tratarse desde un restaurante tradicional de precios asequibles hasta un negocio refinado y bastante caro.
Dejarnos llevar por los precios fijos de un menú es una buena opción para comer en París su gastronomía típica, si bien en ciudades tan fusionadas como esta es usual entremezclar las delicias patrias con platos más exóticos como taboulé o moussaka, por ejemplo. Precios entre los 16 y 25 euros son los que corresponden al menú, el cual incluirá combinación de entrante + plato principal, o plato principal + postre. Algunos ejemplos son El Boco (situado en Ópera y el cual sirve un delicioso parmentier de ternera) o las ensaladas gigantes con topping de Bistró Victoires, cerca del Palais Royal, en pleno centro. Este tipo de bistró puede ser encontrado fácilmente, especialmente a mediodía ( midi para los franceses)

Si ascendemos un nivel y nos dirigimos a restaurantes de una gama más alta (los llamados neo bistro o simplemente "haute" - alta -), descubriremos lugares que combinan perfectamente la calidad de la gastronomía con un precio más alto pero que distan de lo escandaloso. Este autor recomienda Absolu, un restaurant de la tranquila zona de Vincennes, al este de París, en el que podremos degustar entrante + plato + postre por 31 euros bajo un ambiente sofisticado y platos que van desde el tartare de salmón hasta redondo de ave (ballottine de volaille) al foie grass y crema de castañas. Todo ello, sin olvidarnos de un buen vino.
Otras opciones
Como bien hemos comentado anteriormente, París es una ciudad de múltiples posibilidades en la que también caben las decepciones, por ejemplo, aquellos restaurantes cuya carta se mantiene igual todos los días y otros tantos que se aprovechan del marco parisino para ofrecer productos insulsos por altos precios.
Otras opciones para aquellos que quieran deleitarse con la comida francesa a precios bajos es la cadena Hereux comme Alexandre, restaurantes especializados en fondue y cuyos menús para compartir incluyen queso fundido, carne, pan y ensalada por 15 euros cada uno. Otra de las franquicias recomendadas de París es la cadena Hippopotamus, denominado grill restaurant, y donde se sirven desde hamburguesas hasta ensaladas orientales por unos 18 euros.
A partir de aquí nos encaminamos a la calle, donde los stands de crepes o baguettes pueden ser un perfecto y rápido bocado durante un intenso tour por la ciudad. Lo mismo ocurre con la repostería (como el delicioso croissant aux amendes o el pain au chocolat), pequeños manjares que configuran la perfecta opción de comida express por módicos precios.

Por otra parte, la globalización también está presente en París, y culturas como la marroquí están perfectamente integradas en la ciudad con restaurantes como La Casbah, cuyas propuestas permiten cenas por poco más de 18 euros, si bien platos elaborados como el cous cous o tagine cuestan unos 23 euros. Una fusión que viaja desde restaurantes hindús hasta griegos ( Le Minotaure, en pleno Barrio Latino y con menús nocturnos de 17 euros), o los numerosos vegetarianos (falafel, comidas sin gluten) en la rue Mouffetard, la considerada calle más antigua de París y donde puedes encontrar desde genuinos bistrós franceses hasta locales mexicanos o españoles.
Las opciones gastronómicas que ofrece París podrían ocupar perfectamente un libro completo, pues en una ciudad que representa una de las gastronomías más famosas del mundo, le sumamos su jerarquía hostelera, la fuerte globalización que inunda la ciudad y precios que, recuerdo, pueden ser bastante aceptables según la zona y especialmente si se sirven como menú. Sino siempre nos quedará el 58, restaurante de la Torre Eiffel cuyos precios para menú de noche van desde los 79 a los 170 euros. La magia, en ocasiones, cuesta.
Bon Appétit! Y no olvides algo de propina para el servicio.
¿Es la francesa tu gastronomía favorita? ¿O prefieres otra?







