Consejos para viajar en crucero

 No todos eligen vacacionar en un crucero. Debe haber quienes lo aman, y quienes no los promueven. Al fin y al cabo, no a todos tiene que gustarles la idea de pasar sus vacaciones arriba de un barco.

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Lo cierto es que te guste la idea o no, aquellos que ya la han vivido la recomiendan como una experiencia inolvidable. Por eso, si estas pensando en vivirla, vamos a darte algunos consejos que te aseguren pasarla de maravilla.

Estos son los consejos que debes tener en cuenta antes de subirte a un crucero:

Antes los cruceros eran un placer que solo podían darse las personas de más alto nivel adquisitivo. Pero eso ha cambiado hoy día. Hay muchas ofertas y variedades, por lo cual todos podemos subirnos a un crucero si así lo queremos. Entonces, ¿Por qué tan poca gente quiere contratar un paquete de viaje de este tipo?

La respuesta mucha veces, tiene que ver con los miedos. Algunas personas tienen miedo de caer enfermos o sentirse mareados a causa del mar. Recordemos que un crucero es un barco ¡y muchas personas le temen a los barcos!  Pero aquí les tengo una buena nueva: no tienen de que preocuparse, porque los cruceros -desde hace varios años- son construidos con estabilizadores que limitan el efecto oscilante de las olas del mar.

Además, si aún están desconfiados, pueden ayudarse con las píldoras contra mareos y náuseas. Las mismas suelen ser muy efectivas y puedes tomarse de forma anticipada a modo de nunca legar a experimentar sintomatología.

Otros temen que permanecer varios días sobre un crucero pueda volverse aburrido y rutinario. El consejo en este caso, es tomar un crucero  hacia el Caribe o a lo largo de una de esas costas donde hay paradas muy seguidas en diferentes puertos, todas las noches. En un crucero costero, no deberás preocuparte por pasar las noches sobre la nave. Por el contrario, si decides cruzar el Atlántico o el Pacífico, debes saber que estarás embarcado por un período de tiempo más prolongado.

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Incluso si terminas pasando la mayor parte del tiempo a bordo, no hay que ser tan dramático, los cruceros están repletos de actividades y diversión. Desde el simple caminar por las distintas cubiertas, nadar, jugar tejo de cubierta, bailar, apostar o disfrutar de las delicias gastronómicas del chef. Les aseguro que estarán entretenidos.

En lo que no tienen porque preocuparse, es respecto a la comida. Los cruceros son verdaderos restaurantes flotantes de cinco estrellas. Allí siempre tendrán que comer, así que vallan pensando en volver con unos kilitos más. Pero… nada  que un poco de ejercicio no pueda resolver.

Quienes piensen ir volando al punto de embarque, deberán considerar salir con un día de antelación al día primero del crucero. De este modo, si el avión se demora o padecen algún con el equipaje, no sufren un ataque de nervios galopante.

Bueno… ya están prontos. Suban a ese hermoso crucero y ¡buen viaje!

Via | cosasdeviajes