Consejos para comer bien en vacaciones

Cuando nos vamos de vacaciones, casi todos nos saltamos la dieta. Al fin y al cabo, son unos pocos días para desconectar, para disfrutar y para pasarlo bien, olvidándonos de las limitaciones que nos ponemos en nuestro día a día. Y aunque lo de seguir a dieta o olvidarse de ella lo dejo hoy en tus manos, de lo que quiero hablarte es de la importancia de comer bien en vacaciones; es decir, de aportar todos los nutrientes que necesitamos y de mantener unos horarios saludables para el organismo.

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Cuestión de tiempo

Aunque cuando partimos nos olvidamos de nuestras rutinas, y solemos parar a comer cuando nos lo pide el cuerpo, o quizás saltarnos las comidas porque la visita que estamos llevando a cabo es realmente interesante, y nos olvidamos de incorporar comida de calidad porque al final, los horarios para los que hemos dejado la necesidad vital ya no ofrecen nada decente que llevarse a la boca. Así acabamos en restaurantes de comida rápida que abren a deshora y que no ofrecen una comida demasiado saludable.

Imagen Thinkstock

Comer lo típico de nuestro destino

Mantener los horarios más adecuados al lugar que has elegido para pasar tus vacaciones no solo es un hábito saludable para ti, sino que además te permitirá conocer a fondo la riqueza gastronómica de ese país. Además, es recomendable en el caso de que haga calor que nos llevemos siempre agua y bebidas para deportistas, sobre todo si planificamos largas caminatas. Esto mantendrá los niveles de minerales en su punto justo.

Ya por último, cabe señalar que si eres de los que les gusta comer poco, para evitar tener problemas de salud por una mala alimentación en tus viajes, se recomienda llevar en el bolso o mochila snacks saludables que pueden servirte de tentempié y te darán la energía para continuar el viaje sin necesidad de pararte a comer de plato. Eso sí, sin saltarse las comidas principales, ya que esto es fundamental para comer bien en vacaciones.

Comer bien no significa ir a los mejores restaurantes, o gastarte grandes fortunas en tus salidas. Significa mantener una dieta equilibrada, dándote algún capricho, pero sin olvidar que los excesos luego nos pasan factura a la vuelta a casa, sobre todo si tenemos dolencias como el colesterol o la tensión alta.