El reporte de la organización Human Rights Watch Sin control, sin elección: falta de acceso a la salud reproductiva en el Kordofán meridional rebelde detalla la difícil situación de las mujeres tras años de obstrucción de ayuda a la zona por parte del gobierno sudanés.
Conflictos armados de Sudán quiebran la salud de embarazadas

Y es que como muestra el informe, mujeres y niñas tienen muy poco acceso al cuidado de la salud y no pueden obtener anticonceptivos, lo que deriva en complicaciones durante el embarazo y a la hora de dar a luz.
Un conflicto con graves secuelas

No es la primera vez que el gobierno sudanés obstaculiza la ayuda humanitaria en zonas de conflicto; ya tiene una larga historia de ello.
Si bien se prometió mejorar el acceso a la ayuda, ni el gobierno ni el grupo rebelde han acordado las condiciones para permitir la ayuda en las partes controladas por los rebeldes de Kordofán meridional y el Nilo azul.
Las dos partes han estado luchando en estos estados desde 2011 con ataques aéreos ilegales en áreas pobladas y escasez de alimentos que han derivado en que más de 200 000 personas se desplazaran a campos de refugiados en Sudán del Sur.
La preocupante falta de acceso a la salud

En las áreas que están controladas por los rebeldes, nadie ha podido acceder a los servicios gubernamentales de salud o ayuda humanitaria desde el comienzo del conflicto.
Incluso en 2014, las fuerzas sudanesas bombardearon varias instalaciones de salud y ocasionaron el cierre de las dos grandes instalaciones que brindaban atención obstétrica de emergencia y anticoncepción.
Por el momento, solo hay 5 doctores en la zona encargados de la salud de aproximadamente 900 000 personas y dos hospitales en funcionamiento que se encuentran en el condado de Heiban, ubicación que significa un viaje de dos días para muchas personas en busca de tratamiento.
Las zonas controladas por los rebeldes tampoco tienen acceso a ambulancias y cuentan con pocos vehículos civiles.
Las mujeres se llevan la peor parte

Frente a esta realidad, la gran parte de las mujeres embarazadas no cuentan con atención prenatal y tienen que depender de parteras locales que no están capacitadas o que no cuentan con los equipos suficientes.
También sucede que, frente a complicaciones durante el trabajo de parto, solo acceden al cuidado después de muchas horas de viaje en motocicleta, de haber sido transportadas en camas o entre dos hombres.
La falta de acceso a la atención adecuada, a los recursos y especialistas necesarios y a la atención de emergencia aumentan los factores de riesgo de las muertes de las madres.
En 2006, el gobierno sudanés dio a conocer las estadísticas más recientes, que indicaban una tasa de mortalidad materna en Kordofán del Sur de 503 por cada 100 000 nacidos vivos.
Aunque desde esa fecha no se han dado a conocer cifras oficiales, se estima que la mortalidad sigue siendo elevada. Según los entrevistados por Human Rights Watch, la mayoría de las mujeres que mueren durante el embarazo o el parto, lo hacen en sus casas, sin buscar ayuda.
A esto se suma el hecho de que las mujeres y los hombres tienen dificultades para protegerse de infecciones transmitidas sexualmente y, en el caso de las mujeres, de controlar su fertilidad.
Los casos de gonorrea y sífilis en la región van notoriamente en aumento, al tiempo que también se ha registrado el aumento de hepatitis B en las mujeres embarazadas.
Sin acceso a la salud ni a medidas de anticoncepción las mujeres quedan embarazadas y sufren las consecuencias de una mala atención, contraen enfermedades y ponen en peligro sus vidas.
Más allá del conflicto, todos los bandos deberían permitir el acceso a la salud a todas las regiones; se trata de un derecho más que necesario, que evitaría la muerte y el daño de miles de mujeres y niñas.
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