En el mundo hay actualmente cerca de 2000 millones de personas con sobrepeso; de estas, por lo menos unas 600 millones son obesas. Mucha de esta gente trabaja en oficinas, una parte en funciones de supervisión y gerencia, tomando las decisiones, y la mayoría aplicando sus talentos y habilidades en la ejecución de los trabajos.
¿Cómo afecta el tipo de trabajo a tu forma física? Veamos lo que la ciencia tiene para decir

Siempre se ha sabido que la toma de decisiones supone una mayor responsabilidad y genera un mayor estrés, por lo que esta gente por lo general está mejor remunerada que los que simplemente hacen su trabajo sin preocuparse demasiado en las consecuencias.
Por ello los directores y demás tomadores de decisiones tendrían que solicitar una mejora en sus paquetes económicos, frecuentemente muy generosos, ya que hay estudios que revelan que están más expuestos a engordar por la naturaleza de su trabajo.
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La autoridad engorda

Muchos presidentes, gerentes generales y otras categorías de jefes ni siquiera se molestan en caminar desde el sillón de su enorme escritorio hasta la sala de juntas, cuando se reúnen con varios de sus subordinados. Este extremo sedentarismo seguramente está relacionado con su gordura.
El movimiento en el Índice de Masa Corporal va en sentido inverso, según si una persona toma las decisiones o si es dejada en libertad de aplicar sus habilidades en la ejecución de su trabajo.
Una investigación conjunta de las Universidades de Australia del Sur, de Queensland y de Adelaida ha encontrado que, para similares niveles de sedentarismo en la oficina, las personas que ejercen la autoridad y toman las decisiones tienen mayor peso y cinturas más abultadas.
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¿Demasiadas comidas de negocios?

Según el estudio que incluyó a 450 participantes, 230 mujeres y 220 hombres, en la mediana edad, que trabajan en distintos oficios, tanto de cuello azul como de cuello blanco.
Por supuesto, los de cuello blanco ocuparon una mayor longitud de la cinta métrica cuando midieron las circunferencias estomacales, pero ello no constituyó ninguna sorpresa. La novedad la aportaron las diferencias entre los trabajos de oficina, según si son de decisión o ejecución.
Obviamente, los jefes tienen que asistir a copiosos almuerzos de negocios, con una o dos entradas, plato principal, postre y bebidas a discreción. El estudio no aclara en qué medida este sacrificio adicional los está perjudicando.
¿Qué opinas? ¿Crees que el nivel de exigencia y responsabilidad de un trabajo podrían afectar tu peso ideal?









