Ciencia y heavy metal: la psicología de un metalero
Somos lo que escuchamos y que no te quepan dudas de ello. La música dice muchísimo sobre nuestra personalidad, sobre nuestra cosmovisión y especialmente sobre nuestra psicología. Como podrás recordar, algún acercamiento hemos hecho a la cuestión cuando tiempo atrás vimos qué pasa en el cerebro de los músicos al improvisar, ¿no es así?
En aquella oportunidad, vimos algunos de los curiosos y complejos procesos cerebrales que se desarrollan en el cerebro de los músicos durante la improvisación, te conté que quien escribe también es músico ( y de metal extremo), pero ahora, también soy un oyente más y... ¿qué hay de los oyentes? Más precisamente, ¿qué hay de quienes disfrutamos de esos estilos musicales tan peculiares como el heavy metal en sus tantas formas y expresiones? ¿Existen tantas diferencias como se alardea? ¿Qué sucede con los estereotipos?
Una nueva investigación intenta dilucidar todas estas interrogantes; acompáñame para meternos en la cabeza de un headbanger y conocer algunas curiosidades sobre la psicología de los metaleros...
El estudio
Como aquella vez, comencemos con algo de música...y de la buena.
Metalheads: La influencia de la personalidad y las diferencias individuales en la preferencia por el Heavy Metal es el título bajo el cual, el mes pasado, fueron publicados en APA (American Psychological Association) los resultados del estudio a cargo del psicólogo Viren Swami y un grupo de investigadores de la Universidad de Westminster, en Londres, Inglaterra.
Además de intentar derribar algunos de los fuertes estereotipos que existen hacia los fanáticos de los estilos musicales derivados del metal, de algún modo, el estudio intenta hacer un retrato psicológico de los metaleros, quienes tendrían “una peculiar constelación de rasgos en la personalidad”, de acuerdo al modelo de los cinco grandes y la teoría del rasgo.
Un total de 414 personas participaron en el estudio, 219 mujeres y 195 hombres; todos ellos británicos, quienes se sometieron a una sesión de escucha de 10 pistas musicales de diferentes estilos de metal contemporáneo extremo (desde heavy metal a metalcore, thrash, death, black, etc.), con una escala de 7 puntos que iba de “extremo desagrado” a “extremo agrado”.
Una vez culminaron, los participantes también completaron pruebas del modelo de los cinco grandes de personalidad, el cual revela las actitudes de cada individuo frente a la autoridad y sus máximas figuras, la autoestima, las necesidades de singularidad y la religiosidad.
Los resultados: la individualidad y el rechazo a la autoridad
La evidente coincidencia entre la preferencia musical de los participantes con el modelo de la personalidad de los cinco grandes no fue algo que sorprendiera al señor Swami. Numerosos estudios anteriores han demostrado la fidedigna y fiable asociación entre la personalidad y la subjetividad de los individuos y sus preferencias musicales, pero no en forma específica y detallada. Es decir que hasta entonces, esas preferencias no se habían analizado a niveles tan específicos de acuerdo a subgéneros musicales, como el metal extremo.
Los resultados fueron muy claros y demostraron que las composiciones más extremas, con los riffs de guitarra más “pesados”, de ritmos complejos y tiempos fuera de lo común, con bruscos cambios a pasajes intenso y melódicos, así como cantos caracterizadas por “gritos, chillidos y gruñidos”, eran de más agrado para quienes marcaban un claro pasaje a lo que en psicología se conoce como la apertura a la experiencia. En otros términos, el gusto por estas características musicales coincidía con las actitudes más negativas y de rechazo hacia la autoridad, la baja autoestima, una mayor necesidad de singularidad y un fuerte desapego por la religiosidad. Además, tampoco sorprendió que la mayoría de los participantes bajo estos términos fueran hombres.
Los investigadores resumieron:
“Las personas más cercanas a la apertura a la experiencia tienen una marcada tendencia a sentirse a gusto con las formas más complejas, intensas, interesantes y estimulantes de la música y el metal es sólo una de esas varias formas”, termina señalando Swami.
Bien, esto es todo por esta vez. ¿Qué opinas sobre este estudio y los resultados arrojados?