China: policías ahora tienen lentes de sol con reconocimiento facial para identificar sospechosos

La policía china ha sumado una valiosa herramienta a su método de vigilancia, una que parece salida de una película de ciencia ficción o probablemente presagiada por George Orwell en su famosa novela distópica.

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Lentes de sol, esos accesorios que tanto parecen fascinar a los oficiales de la ley, pero con un sistema incorporado de reconocimiento facial. En efecto, los policías chinos son ahora casi una versión más realista y menos sofisticada de RoboCop o Terminator, personajes que con una rápida mirada ya podían detectar si estaban ante una amenaza o un elemento hostil.

Vigilancia efectiva y omnipresente

Las novedosas gafas están siendo testeadas por oficiales en la ciudad de Zhengzhou, capital de la provincia de Henan que fue nombrada hace algunos años como una de las «megaciudades emergentes» de China.

La próxima semana, China celebrará el Año Nuevo Lunar, una de las festividades más prominentes y populosas y un período que origina la que es considerada la mayor migración humana anual. Es decir, un período apto para poner a prueba estas nuevas herramientas.

Según la policía china, éstas ya sirvieron para capturar a siete sospechosos vinculados a casos importantes, y a 26 ciudadanos que viajaban bajo falsa identidad.

Las gafas que hacen uso de la cada vez más extendida tecnología de reconocimiento facial son una nueva adición al ya sofisticado sistema de control y vigilancia estatal chino, al que el gobierno ha dedicado cada vez más recursos y dinero.

Según una estimación, para el año 2020 China contará con más de 600 millones de cámaras de seguridad CCTV.

Precisamente, una de las ventajas señaladas por los fabricantes es que aplicar esta tecnología a las gafas produce una efectividad mucho mayor e inmediata, en contraposición a utilizar el reconocimiento facial mediante cámaras de videovigilancia, que muchas veces no brindan imágenes nítidas o al momento de identificar a un individuo ya puede haberse ido.

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Estos avances tecnológicos al servicio del control y la vigilancia tal vez mejorarán la efectividad de la policía china, pero ciertamente ahondarán la preocupación de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que han denunciado la violación de la privacidad y la obtención arbitraria de datos por parte del gobierno chino.