Alerta ecológica: cazadores están matando jirafas para quedarse con sus colas

Son tranquilas, altas y están en peligro de extinción, las jirafas están entre los animales más queridos por la gente, pero también cotizadas por los cazadores.

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En parques nacionales africanos se detectaron una serie de ataques de cazadores a jirafas quienes matan a estos animales para quedarse con sus colas, las cuales son utilizadas como amuletos de buena suerte o simplemente adornos.

Jirafas en grave riesgo de desaparecer

En la República Democrática del Congo se ubica el Parque Nacional Garamba, hogar de alrededor de 40 jirafas las cuales viven relativamente tranquilas (o al menos así lo hacían).

Los encargados del parque vieron la paz de las jirafas perturbada por una serie de disparos que provenían de cazadores que buscaban hacerse con un tesoro: la cola de los animales más altos del mundo.

Las jirafas de la zona pertenecen a la especie jirafa de Kordofán, las que están en serio peligro de extinción por culpa de la deforestación y por sobre todo los cazadores, ya que sus colas se venden por bastante dinero.

Las colas de las jirafas se utilizan como adorno y símbolo de estatus en algunos pueblos africanos, además, hay quienes las cazan para usarlas como alimento, sobre todo en el vecino país de Sudán del Sur que vive una profunda crisis humanitaria.

Leon Lamprecht uno de los encargados del Parque Nacional Garamba, en donde las jirafas son controladas mediante collares con GPS, afirma que si bien hay cazadores que matan a las jirafas directamente, han encontrado algunas que siguen vivas, pero cuya parte final de su cola ha sido cercenada

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Según datos de expertos de la Unesco, actualmente,  en la República Democrática del Congo quedan solo 38 jirafas de Kordofán, mientras que en 1993 la cantidad de estos animales era de 356. En el país se crearon santuarios para protegerlas.

Aimé Balimbaki, uno de los encargados de los programas de protección de jirafas, afirma que si el número baja a menos de 32 el destino de las jirafas de Kordofán es una pronta extinción y los recientes hallazgos indican que su tiempo en la Tierra tiene los días contados.