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Los tuits de amor entre Michelle y Barack Obama: últimos vestigios públicos de este romance en el poder

Por fin se acerca ese momento en el que los Obama podrán tener una cita romántica tranquila sin que los persiga una ambulancia o los secunde una hilera de 20 motos. Pero antes de llevarse esta historia de amor de la Casa Blanca sus redes sociales develan cómo su relación parece salir intacta de ocho años de vivir en el poder.

Con esta imagen se inaguró el segundo periodo presidencial de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos.
Con esta imagen se inaguró el segundo periodo presidencial de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos.
Imagen Getty Images

Si el arribo de Barack y Michelle Obama a la Casa Blanca se inició con una cuota de romance jamás expresado por ninguna otra pareja que habitara el recinto oval, su partida no iba a ser menos sentimental. Antes de dejar las cuentas oficiales de sus redes sociales, antes de salir por la puerta de la Casa Blanca para caminar sus vidas lejos de los avatares de la presidencia, esta historia de amor ha querido dejar sus últimos vestigios públicos.

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“A esa chica de South Side quien tomó un rol que nadie le preguntó si quería y que lo hizo suyo: feliz cumpleaños, Michelle, te amo”, puso hace unos días el saliente presidente Obama en su cuenta de Twitter para celebrar el cumpleaños 53 de su mujer. El mensaje consiguió en cuestión de horas un millón de likes.

Habían pasado solo unos días desde las sentidas felicitaciones del presidente, cuando Michelle decidió continuar el intercambio epistolar de micro mensajes amorosos por Twitter: “Ser tu primera dama ha sido el honor de mi vida. Desde lo más profundo de mi corazón, gracias”. Obama retwiteó el mensaje que esta vez consiguió más de 500,000 likes.

Decir ‘te amo’ y ‘agradecer’ en público son manifestaciones de afecto que fueron siempre poco frecuentes entre el presidente de los Estados Unidos y su primera dama que mantuvieron, como si fuera inherente al cargo, una política reservada y discreta frente al amor. Una actitud que, sin embargo, desde el arribo de esta pareja de demócratas al poder se puso en el más alto desafío.

Lejos de esa parquedad e imperturbabilidad sentimental que se le demanda a un jefe de estado y, en general, a los políticos, Barack y Michelle Obama hicieron de su romance una manera de mostrarse cercanos con el electorado, de parecer transparentes una vez que dejaban colar halos de su intimidad en su vida pública y fotografiada, una manera de rescatar la humanidad del poder.

Las caricias espontáneas, las veces en las que Barack Obama sostuvo la sombrilla para que su mujer no se mojara, las miradas de complicidad sirvieron para crear una cierta devoción novelesca sobre el amor entre ellos dos, un poderoso sentimiento que sin duda hoy parece traducirse en los altos números de popularidad que los dos ostentan. Barack Obama deja el poder con una popularidad del 60% según una encuesta del Washington Post mientras que Michelle Obama alcanza cifras de favorabilidad del 66%.

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Ahora, sin embargo, Michelle y Barack Obama finalmente caminan a ese momento esperado en el que van a poder tener una cita nocturna sin que los persiga una ambulancia, sin que 20 motos le dejen saber a la ciudad entera en donde están y sobretodo sin que salir a cenar se convierta en un asunto político susceptible de ser revisado por asuntos fiscales. Están a un día de que Barack le cumpla la promesa a Michelle de que la llevará como cualquier otro esposo enamorado a una obra de Broadway.

Michelle y Barack Obama: los amantes de la Casa Blanca