Los problemas de Gay Talese por su historia sobre un voyerista

Para algunos, la nueva historia de Gay Talese –uno de los periodistas literarios más respetados de las últimas décadas– tiene mucho morbo y pocos escrúpulos, por lo que ha despertado profundos cuestionamientos éticos. Sin embargo, por los temas que toca y por la calidad del escritor, se espera que sea un éxito comercial. No en vano ya se vendieron los derechos para que el director inglés Sam Mendes (‘American Beauty, ‘Skyfall’, ‘Spectre’) y Steven Spielberg, como productor, lleven la historia al cine.

El libro The Voyeur’s Motel, del padre del llamado Nuevo periodismo, relata la obsesión voyerista de Gerald Foos y su esposa, quienes en 1969 fundaron el Manor House Motel, en Aura, Colorado, con una intención perniciosa. La pareja diseñó un sistema falso de ventilación para espiar a sus huéspedes mientras tenían sexo. El espionaje se realizó durante 15 años, en los que Foos compiló con rigor las escenas que veía. En enero de 1980, en plena actividad de espionaje, Foos contactó a Talese a través de una carta anónima para ofrecerle su historia.

Talese, hoy de 84 años, aceptó visitar el motel y escuchar la historia. Después de pensarlo, entablaron una complicidad secreta y se comprometió a no publicar nada hasta que Foos lo autorizara. “Mi interés está en todas las fases de cómo las personas conducen sus vidas, tanto social como sexualmente. Lo hice por pura curiosidad ilimitada por la gente y no solo como un voyeur trastornado”, confiesa Foos en una de sus cartas. Nunca, ningún huésped lo descubrió.

Pero lo peor vino después. En una de sus visitas, Talese, además de observar a una pareja teniendo sexo oral desde el techo de una habitación, se enteró poco tiempo después de un asesinato que ocurrió allí. Uno de los huéspedes era un expendedor de drogas que tenía como base de operaciones una habitación que compartía con su novia. Foos, un día, entró a su habitación y destruyó todas las drogas. Luego en un estado de ira, el hombre asesinó a su novia pensando que ella lo había robado. El escritor neoyorquino leyó la historia en una de las notas de Foos, pero decidió no denunciarlo.

“Pasé un par de noches sin dormir, preguntándome si debería entregar a Foos. Pero pensé que era demasiado tarde para salvar a la novia del narcotraficante”, escribió en The New Yorker , revista que publicó un adelanto de 15 páginas de la historia.

Ahora, 36 años después, le llueven críticas por su omisión.

Su defensa

Tras conocerse la noticia del nuevo libro, Talese ha dicho que lo han llamado a amenazarlo de muerte y le han tirado huevos a la fachada de su hogar.

Frente a los cuestionamientos éticos que se le hacen por haber encubierto crímenes, el escritor se ha pronunciado con vehemencia. “He hecho periodismo por más de medio siglo y creo que tengo una conciencia ética muy profunda sobre qué es apropiado y qué no”, dijo recientemente a BBC Mundo. “Tengo 84 años y he sido periodista por casi 65. No creo que tenga que defenderme. No sabía que estaba a prueba a mi edad”.

Más allá de estos reclamos, sus argumentos de fondo tienen un componente más jurídico que moral. Según él, la prioridad era proteger a la fuente y no incurrir en delitos. Por eso, se escuda en el secreto profesional de los periodistas y en el hecho de que los delitos ya prescribieron.

“Esperé más de 30 años para conseguir que me diera el uso de su nombre. Si no lo hubiera conseguido, nunca hubiera escrito ‘El Motel Voyerista’. (…) “una de las cosas que los periodistas más respetan es la protección de sus fuentes. Eso fue lo que hice”, agregó. Solo hasta el 2013 Foos lo autorizó para publicar la historia.

De acuerdo con la conversación que tuvo con BBC, Talese se molestó por lo que consideró preguntas que no eran “serias y críticas”. “Al menos no vas a estar cuestionándome por una pequeña parte. Quiero ser cuestionado por el todo”.

“The Voyeur’s Motel” (El Voyerista del Motel) saldrá a la venta el próximo 12 de julio en los Estados Unidos. La historia dará mucho de qué hablar (y ya lo está dando).

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