Por Graciela Miramontes
'Celebrity births': cuando el anuncio es lo que cuenta
El ingenio de revelar uno de los sucesos más especiales resulta en cifras de múltiples ceros.

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Los protocolos reales indican que la sucesión al trono de cualquier heredero requiere de muchos documentos y ceremonias solemnes con fajillas y costosísimas joyas de por medio. Cuando se anuncia un nuevo papa, el proceso no dista de ser diferente; con la excepción de que el cónclave revela al nuevo líder con fumarolas de humo (blanco o negro) y la famosa frase “¡Habemus papam!”.
En el barrio de Calabasas, en Los Ángeles, los sucesos importantes se manejan de otra forma. En 1991, los puestos de revista se prendieron en llamas con la polémica portada de Vanity Fair (fotografiada por Annie Leibovitz) que mostraba una muy embarazada Demi Moore, completamente desnuda y abrazando su pronunciado vientre y un seno.
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Si bien, el nacimiento de Vivienne Marcheline y Knox Leon era, por sí mismo, un tema que daba mucho de qué hablar, al tratarse de gemelos y ser el segundo embarazo de la actriz –quien hasta 2007, había adoptado a su tercer hijo, Pax– fue la presentación del pequeño par, la que nos dejó con la boca abierta.

Por la módica cantidad de $14 millones de dólares, la exclusiva por las fotos de los bebés
Más vale Instagram en mano…
Ya no es necesario insistir en el poder de las redes sociales y más, en el caso de las celebridades. Sus cuentas personales son quizás, la única forma de control “real” que tienen sobre su vida privada y hay quienes han sabido utilizarla y muy bien.
Angelina –al igual que aquellas hollywood moms fieles al altruismo– buscaba un beneficio positivo cuando otorgó el derecho de hacer públicas las caritas de sus retoños. Sin embargo, existe el caso de otras mamás que descubrieron que 1.1 millones de corazones en Instagram –más los reposts de toda tu familia– y una oleada de encabezados por toda la web son una manera perfecta de atraer todavía más atención a la elección del nombre de tu segundo bebé.
Esta última situación no es hipotética, pues hablamos de un hecho verídico que hace tan sólo un par de días, conmocionó a las redes: el nacimiento de Saint West Kardashian.

Con un nombre de por sí muy criticado –gracias a la naturaleza extravagante de sus padres y a la obsesión del señor West por ser reconocido como una verdadera deidad–, el siguiente paso obligatorio para el menor de la familia es, sin duda, la respectiva venta de la exclusiva.
¿Quién será el ganador de tan preciado tesoro? ¿Podrá acaso superar el revuelo de la famosa portada de Vogue de su hermana mayor? La moneda está en el aire.
Sin importar cuál sea el desenlace (o principio) de este nuevo capítulo, hay algo que queda bastante claro: la vida en Hollywood no se parece en nada a la que tú y yo podremos tener.
Mientras, Queen B presumió su avanzado estado de gestación frente al público de los MTV Video Music Awards de 2011 y la princesa Charlotte posó para las cámaras de su mamá –la duquesa de Cambridge– en una situación menos fastuosa. Tú te puedes regocijar con un #breaktheinternet a menor escala, en la sala de partos y la primer family card de tu bebé para regalar en estas fiestas.
Todo, fuera de los reflectores y sin un makeup artist al pie de tu cama de hospital. Veremos igualmente cómo se lo plantea Paulina Rubio.







