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Si amas a tu perro como si fuera tu hijo, la ciencia tiene algo para decirte

Los que tenemos mascotas en casa sabemos del amor que podemos llegar a sentir por ellos. No es fácil de explicar con palabras, pero somos verdaderamente felices con solo llegar a casa y ver a nuestra mascota recibirnos. La idea de que les pase algo nos aterra. Además, su cuidado y bienestar es una prioridad para nosotros.

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Les tomamos fotos todo el tiempo, les compramos juguetes y en cada oportunidad los llevamos de paseo. Muchos dicen que son como nuestros hijos y otros dicen que solo son animales. Lo cierto es que sentimos que son parte de nuestra vida y que, efectivamente, son hijos caninos.

Para los que piensan que estamos locos de remate, tengo algo para decirles: ¡se equivocan! La ciencia tiene algo que explicar sobre el vínculo con nuestro perro.

Una investigación reveladora  

A raíz del fuerte vínculo humano-perro, la Universidad de Ciencia Animal y Biotecnología de Japón decidió estudiar los estímulos cerebrales que reciben los humanos cuando están cerca de su perro.

Durante el estudio, se separó a los perros de sus humanos durante un tiempo, y al juntarlos nuevamente se compararon los niveles de oxitocina de ambas orinas. Descubrieron que el contacto entre perro y humano aumentaba los niveles de las dos especies.

Encontraron, también, que la segregación de oxitocina no es diferenciada por el cerebro, es decir, que libera la misma hormona por el sentimiento de amor de pareja, amor entre madre e hijo o amor entre mascota y humano. Quienes tienen perros en su casa  liberan más oxitocina que quienes no lo tienen y es por eso que el vínculo con su mascota es tan fuerte.

¡No necesitamos de la ciencia!

Imagen FOX

Si bien este estudio respalda lo que sentimos por nuestra mascota y ahora podemos debatir con argumentos válidos el amor que les tenemos, francamente no lo necesitábamos.

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Tener un perro es más que la secreción de oxitocina, es tener que estar pendiente de algo que nunca podrá valerse por sí mismo, que al igual que tú, él te eligió, y que son el fiel reflejo de nuestro estado de ánimo.

Ser un padre canino es —salvando las diferencias— como tener un hijo por todo lo que conlleva hacerse cargo de un ser vivo. Aunque también significa disfrutar de uno de los vínculos más puros que los seres humanos podemos experimentar alguna vez.

¡Somos felices de compartir la vida con animales tan nobles!