¿Ser infiel está en los genes?

Ser infiel es algo de lo que no todos podemos escapar. Es más, podríamos decir que existen personas más propensas a otras de caer en las redes de lo indebido, y dejarse llevar por el momento. En otros casos, están quienes son infieles por necesidad: no pueden estar sin conquistar ni ser conquistado.

Ahora bien, ¿qué es lo que marca la diferencia entre una persona leal y una infiel? Seguramente todos, en algún momento de la vida, hemos tenido la posibilidad de una aventura fuera de la relación estable, pero no todos hemos sucumbido a ella. ¿Por qué algunos no pueden negarse? ¿Es una cuestión social? ¿De educación? ¿Es acaso la infidelidad una cuestión genética? Veamos.

Infidelidad y genética

En busca de la respuesta a la infidelidad, un estudio publicado en The Journal of Evolution and Human Behavior, apunta a la posibilidad de que la infidelidad sea una cuestión genética. Quienes se tomaron la molestia para descifrarlo, fueron investigadores de la Universidad de Queensland, quienes tomaron un muestreo de 7300 gemelos, de entre 18 y 49 años. Los encuestados habían estado en relaciones a largo plazo, y la idea era afirmar que la necesidad de engaño, se transmite de generación en generación. Según los resultados, en los hombres el 63 % de los casos de adulterio se debió a los genes heredados. En las mujeres, en cambio, fue del 40%.

Los estudiosos también encontraron una “cura” para las mujeres infieles, tratándose de un gen específico que puede contribuir a la tentación de alejarse. Se llama AVPRIA, y ayuda a producir la hormona llamada vasopresina arginina, encargada de regular el comportamiento social. El artículo nada dice sobre la “cura” para los hombres, ¿Será que no les hace falta?

Asimismo, la investigación sobre esta hormona en las mujeres es aún provisional, y necesita más estudios. Sin embargo, apoya la noción de que las personas son naturalmente más propensas a la infidelidad.

Otro costado de la investigación también a demostrado que la otra parte de la pareja debe confiar en sus propios instintos, y estudiar un poco la historia de la infidelidad en la familia.

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¿Qué opinas tú? ¿Estás de acuerdo con este estudio que afirma que la infidelidad es una cuestión genética?