¿Por qué las víctimas de infidelidad se enojan con el amante, y no con la pareja?

Es normal que quien resulte engañado se enoje con el o la amante y que parezca que perdona a su pareja o considera que no tiene tanta culpa como la otra persona. La pregunta es ¿por qué sucede esto si ambos (el amante y la pareja) tienen la misma culpa? Vamos a verlo a continuación.

¿El o la amante es el único responsable de la infidelidad?

Según la psicoterapeuta Erika Myers, el enojo es una respuesta natural ante la infidelidad. La relación ha sido dañada y la confianza se perdió, por lo que esta es una emoción legítima. La cuestión es que la furia para con el amante, y no con la pareja, se debe en parte a la empatía que se puede llegar a sentir.

La empatía muchas veces puede definir la forma en la que nos sentimos con respecto a la infidelidad debido a que intentamos ponernos, de una forma simbólica, en el lugar del otro, y esto puede hacer que nos convenzamos de que el o la amante fue responsable de esta relación fuera de la pareja.

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Esto no quita que nuestra furia y enojo no estén también dirigidos a la persona con la que convivimos, pues es una reacción totalmente natural y comprensible, pero suele ser menor que con el amante. La explicación puede ser tan diversa como parejas hay en el mundo. Algunos pueden decir que es por el tiempo que llevan de convivencia, otros porque la pareja se vio arrastrada a una relación que no tuvo ningún futuro e inclusive habrá personas que se sentirán culpables aduciendo que parte del tropiezo lo tienen ellos mismos por no haber cuidado la relación cuando era necesario.

Obviamente, con el paso del tiempo, todas las culpas de la infidelidad recaerán sobre la pareja, cuando el que fue engañado entienda que el error fue de ambos. Es en ese momento que surgen las dudas sobre si seguir o no con la relación, pues el miedo a que vuelva a pasar y el enojo de pensar «por qué me pasó esto a mí» son más grandes que cualquier sentimiento de empatía que se pueda llegar a tener.

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