Todos conocemos el dicho " los que se pelean se aman" porque según la creencia popular los opuestos se atraen. ¿Y qué dice la ciencia al respecto? Físicamente, es viable: los imanes se repelen cuando son iguales y se atraen si son diferentes; así lo establece la ley de la acción magnética.
MITO o HECHO: ¿Los opuestos realmente se atraen?

En cuanto a las relaciones humanas, las cosas son un poco más complejas. No podemos hablar de atracción o repulsión con la misma determinación que en el ámbito de la física. Sin embargo, algunas investigaciones recientes llegaron a una conclusión sorprendente que rompe con el paradigma.

A la ciencia le creemos...
Un estudio de la Universidad de Cornell descubrió que las relaciones heterosexuales suelen ser duraderas cuando ambos son parecidos. Según el Dr. Peter Buston y el profesor Stephen Emlen, tener una pareja similar a vos en gustos, personalidad y físico se traduce en un matrimonio mejor y más estable. Probablemente, esto también significa hijos más preparados y educados.
Por otro lado, los expertos aseguran que los indicadores que posicionan mejor a una pareja a la hora de elegirla para formar una familia son distintos según el género biológico. La mayoría de los hombres preferiría la apariencia física y la fidelidad sexual mientras que las mujeres buscarían un potencial de riqueza, estatus y compromiso familiar.
Sin embargo, el factor más importante es la autopercepción. Si un varón se ve atractivo, querrá una novia atractiva y lo mismo pasaría con una chica en relación a la estabilidad económica y el nivel de compromiso.

¿Y qué pasó con la teoría de la evolución?
En el mundo animal, el más fuerte vence. Con esta teoría abajo del brazo, algunos científicos se preguntan si no sería más coherente buscar un novio o novia con características que admiremos o consideremos indispensables para mejorar la descendencia.
De la vereda de enfrente, investigadores de la Universidad de Indiana hicieron un estudio de citas rápidas y demostraron empíricamente que las preferencias de una persona suelen cambiar al momento de elegir una pareja. En este sentido, las mujeres fueron más selectivas. Optaron por hombres más competitivos, atractivos y con cualidades para ser mejores padres. Ellos, por su parte, priorizaron la belleza.

En esta prueba, los participantes expresaron que saldrían con alguien similar a ellos pero en la práctica apuntaron más alto de donde se posicionaron a ellos mismos. La realidad es que, a pesar de este detalle, no buscaron a alguien completamente opuesto. Eso es porque las personas prefieren seguridad a lo desconocido, más si son asuntos del corazón.
Finalmente podemos decir que los opuestos no serían tan compatibles. Sin embargo, la diversidad hace a la vida más interesante, ¿no? Lo cierto es que aunque no siempre elegimos de quién enamorarnos, lo ideal es encontrar un equilibrio y saber que siempre si uno quiere puede. ¿Las claves? Saber ceder, escuchar y el respeto ante todo.





