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La violencia simbólica es una REALIDAD, ¡y así se puede acabar con ella!

En el Día Internacional de la No Violencia es necesario concientizar sobre un tipo de violencia que es poco visible, ¿te sumas?

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Sin saberlo, la violencia está presente todos los días. En nuestras interacciones sociales, en las instituciones... inconscientemente muchas veces estamos ejerciendola sobre otros y también lo están haciendo con nosotros. ¡Es momento de detectarla y terminar con ella!

¿Qué se celebra?

Antes de adentrarnos en la violencia simbólica, es importante contextualizar y entender qué se celebra cada 2 de octubre. Casualmente, este día coincide con el nacimiento de Mahatma Gandhi, un pionero en la difusión de la no violencia. Algunas de sus mejores frases merecen ser destacadas en este día. Mi favorita es: “ La violencia es el miedo a los ideales de los demás”, y creo que tiene muchísima razón.

El Día Internacional de la No Violencia surgió en 2007 con el objetivo de “difundir el mensaje de la no violencia a través de la educación y la conciencia pública”, según publicó la ONU en su página web.

Así se celebra…

Imagen iStock

Un día tan importante merece ser celebrado con acciones que hagan la diferencia. Para eso, los medios de comunicación y las instituciones educativas juegan un papel importante en la difusión de este día.

Además, las campañas de concientización y exposiciones fotográficas pueden ser un buen camino para que salga a la luz esta celebración.

No a la violencia simbólica

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El problema de la violencia simbólica radica en que, al ser imperceptible, no se puede combatir muy a menudo y que, a su vez, conduce a otros tipos de violencia.

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Pero… ¿qué es? George Gerbner define a la violencia simbólica como “una demostración de fuerza y de poder”, además agrega que “funciona como instrumento de control social que tiende a mantener el orden social existente”.

La demostración de fuerza y de poder está latente en los trabajos, en el relacionamiento con otras personas y generalmente apunta hacia las mujeres. Son situaciones que están adentradas en la vida cotidiana y que pasan desapercibidas. ¿Conoces el micromachismo? Es un ejemplo de violencia simbólica que en muchas ocasiones no comprendemos su magnitud.

En los medios

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Hace un tiempo, acudí a una reunión de mujeres periodistas en el Uruguay. Allí, las mujeres intentamos descifrar la violencia simbólica que los medios de prensa ejercían sobre las mujeres. Si bien es un tipo de violencia simbólica, en este caso era muy importante ya que vulneraba los derechos de las mujeres.

Hubo una situación que quedó rondando por mi cabeza. Trataba acerca de una ajedrecista a la que le hicieron una entrevista, en la producción de fotos decidieron cambiar su estilo y vestirla un poco “más seductora”. ¿El resultado? No era ella. La utilizaron como anclaje para conseguir más clicks.

Con la llegada de la tecnología, la violencia simbólica se pronunció. No porque antes no existía, sino porque ahora llega a todos y es muchísimo más fácil. En el afán de que nuestros números alcancen un máximo inimaginable, utilizamos imágenes, ideas y personas que nos ayudan en ese objetivo. Pero… yo me pregunto, ¿el fin justifica los medios? Creo que no, y es muy importante que lo comprendamos.

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En la calle

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Otra imagen se me viene a la cabeza cuando pienso en violencia simbólica. Una pizzería cerca de mi hogar tiene un cartel enorme con su nombre y, por alguna razón, una mujer con un escote pronunciado llevando una pizza. ¿Por qué usarla? Para atraer miradas y gente a su pizzería.

¿Cuántas de estas imágenes has visto en tu ciudad? Seguramente muchas, recorre tu ciudad y encontrarás tantos de estos anuncios con violencia simbólica que te asombrará -además de preocuparte-.

La sociedad

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Los estereotipos establecidos por la sociedad son el principal medio que conduce a la violencia simbólica, según explicó Daniela Allerbon al portal Sophia Online. Es por eso que no lo vemos tan directamente. Los estereotipos están tan naturalizados que es muy difícil descifrarlos y como consecuencia es mucho más complicado descubrir la violencia simbólica.

El lenguaje como método para evitar la violencia simbólica

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Un lenguaje inclusivo puede ayudar a “ romper los estereotipos limitadores y construir una sociedad más igualitaria”, según la guía de lenguaje inclusivo realizada en el Congreso de Intendentes de Uruguay. Las guías de lenguaje inclusivo se difunden cada vez más y eso podrá ayudarnos a acabar con este tipo de exclusión y violencia innecesaria.

En esa mismo manual hacen referencia a que las personas al comunicar no intentan excluir, pero sin intención lo hacen. Es por eso que es necesario poner en el tapete esta problemática para tomar conciencia y evitar la violencia simbólica. “El lenguaje en sí mismo no es sexista o excluyente, pero hay determinados usos lingüísticos que apartan y ocultan a la mitad de la sociedad con el empleo del masculino genérico (...) que sitúan a la mujer en una posición de inferioridad, que invisibilizan su valor y su labor como seres humanos”, agrega.

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El español nos garantiza una rica gama de palabras para poder incluirlas en nuestro vocabulario y así evitar excluir o discriminar a las personas. ¿Te sumas a enriquecer tu vocabulario y adquirir un lenguaje inclusivo? Es el comienzo de un gran paso: terminar con la violencia simbólica.