La crisis de los 7 años en una pareja se adelantó en el tiempo, ¡mira cuándo ocurre!

Durante muchos años ha existido la idea de que a los 7 años de una relación comprometida con alguien, el amor empieza a desgastarse y sobreviene una crisis. Pero como todo en la vida se está acelerando, parece ser que ya no llegamos ni a siete años: ahora la crisis se ha reducido a 3 o 4 años. 

Es que después de que una pareja ha permanecido unida durante 4 años, es probable que hayan vivido suficiente cosas como para saber si quieren estar juntos o no a largo plazo. Y sin embargo, la relación es lo suficientemente nueva como para terminar con bastante facilidad si vemos que parece no ir hacia ninguna parte… o por lo menos no hacia donde queremos o esperamos. 

El verdadero amor empieza cuando termina el enamoramiento

Creo que las parejas que han estado enamoradas y juntas durante cuatro años no están necesariamente comprometidas el uno con el otro. Y aunque esto puede sonar contraintuitivo, en mi opinión el compromiso comienza justamente cuando los sentimientos de enamoramiento comienzan a disminuir.

Me refiero a ese período en la relación cuando te sientes como si estuvieras empezando a dar al otro por sentado, cuando no tienes ese ferviente deseo de verlo y cuando esa persona ya no ocupa tu mente durante cada segundo de cada día. 

Este punto de inflexión, comúnmente conocido como la crisis de los 7 años, es cuando la relación es sometida a una tensión y prueba extrema. En ese momento nos enfrentamos a dos opciones: una opción es terminar la relación y caer en las profundidades del «si te he visto no me acuerdo». La segunda opción es luchar duro para crear una base sólida y revivir la relación. 

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Cómo la cultura afecta la forma en que nos relacionamos

Lo más triste de todo es que, en una cultura de usar-y-tirar, muchos prefieren cambiar de pareja como quien cambia de automóvil o de electrodoméstico cuando presentan el más mínimo problema, en lugar de trabajar en la relación, hacer un esfuerzo y poner lo mejor de sí mismos para que funcione. 

Es en ese momento que, después de unos años, se crean un montón de excusas para no hacer el trabajo duro que requiere una relación saludable, y escuchamos cosas como por ejemplo: «Ya no estoy enamorada de ti», «No sé lo que es exactamente, pero simplemente no se siente bien», «Eres una persona increíble y no hay nada malo en ti, simplemente no siento que esto vaya a ninguna parte». 

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La gran pregunta es: ¿cuándo vamos a madurar? ¿Cuándo vamos a hacernos adultos y entender que no todo en la vida es bello y agradable, que las personas tienen un lado atractivo y brillante, así como un lado oscuro y desagradable? Y especialmente, que las relaciones necesitan de tiempo, sacrificio y esfuerzo para mantenerse a flote y sobrevivir a las tormentas y temporales de la vida. 

A veces la reacción ingenua de las personas ante las relaciones me hace sentir frustrados y desesperanzados. Dicen querer una relación real, pero a la primera señal de problemas salen corriendo, ¡cuando los problemas son parte de la realidad que a todos nos toca vivir! 

Con una cultura que nos insta a obtener satisfacción instantánea, no me extraña que la crisis te los 7 años se haya transformado en la crisis de los 4 años. Como van las cosas, los tiempos se irán acortando cada vez más. Hasta que nos hagamos adultos y reconozcamos que, al igual que el desarrollo de una carrera laboral o el mantenimiento de una casa, nuestras relaciones de pareja también requieren de nuestro compromiso y trabajo duro.